En
febrero de 2005, en la capital del Santo Reino, muchas personas del entorno de
los Baños Árabes aseguraron que un investigador había encontrado la misteriosa
Mesa de Salomón. Esta persona lo hizo tras bajar a un sótano de una vivienda
particular y perderse por el mismo. Al parecer, esos sótanos comunicaban
directamente con uno de los caminos subterráneos secretos que aun pueden mantenerse
en pie en la ciudad.
Por
esa zona, según cuenta la leyenda, existe una especie de corredor que lleva
hasta una sala circular que conecta con otros cuatro caminos. De estos
pasadizos se comenta que llevan hacia el nacimiento del Raudal, el Castillo de
Santa Catalina, los Baños Árabes y la Catedral de la Asunción de Jaén. Quizá
estos caminos siguen existiendo porque en época árabe, estos túneles pudieron
ser usados para transportar agua desde el raudal hacia importantes enclaves de
la ciudad.
También
existen unos escritos en los que se deja constancia que el propio Enrique
Romero de Torres, mientras recorría los Baños Árabes en 1913, se encontró con
una galería de 1,85 metros de altura y que pasaba por debajo de la actual plaza
conocida como Santa Luisa de Marillac. A los 18 metros, este camino subterráneo
se detiene por estar tapiada.
Pero
no son los únicos pasadizos que pueden existir en Jaén. Existen historiadores
que sostienen que aun existe un pasadizo que conecta el antiguo palacio de los
reyes moros con los famosos Baños Árabes, y algunos vecinos mantienen que aún
existen recovecos subterráneos en el desaparecido foro romano, de gran amplitud
y que se podía recorrer a caballo, otro que cruza la calle Santo Domingo con la
calle Trinidad, y un último camino subterráneo que puede existir en la calle
Zumbajarros y que sube hasta el Castillo de Santa Catalina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.