viernes, 27 de septiembre de 2019

De puentes: Puente Tablas



Puente Tablas es un barrio periférico formado por dos urbanizaciones conocidas como “Urbanización Cerro Moreno” y “Plaza de armas”. La primera de estas está formada por viviendas unifamiliares contando con un total de 2000 habitantes, mientras que la segunda también está formada del mismo modo que la anterior, salvo que esta está más aislada que Cerro Moreno, aunque se caracterice por ser una ocupación con elevado grado de estacionalidad.

Su nombre se debe a un puente de tablas de madera que se encontraba en las inmediaciones, conocido como “Puente Romano” por los vecinos del lugar, del siglo XVI. Este puente fue destruido por una riada, por lo que en 1778 el maestro Manuel Godoy, ingeniero de obras del Sagrario de la Catedral, mandó construir el puente de piedra que existe en la actualidad.

En este barrio, dentro de la antigua carretera de Torrequebradilla, se encuentra el demonimado Cerro de la Plaza de Armas de Puente Tablas, un oppidum íbero anterior al nacimiento de cristo y en el que en la actualidad se encuentra un centro de interpretación con el que dar a conocer este importante enclave histórico para nuestra ciudad.


viernes, 20 de septiembre de 2019

De puentes: Puente Nuevo



Puente Nuevo es un barrio residencial que se extiende por parte de la vega del río Guadalbullón, cuyo nombre se debe al puente que empezó a construirse en 1739, descrito como puente de piedra de tres ojos. Este estuvo hecho con piedra extraída de la cantera de Herrera, próximo a La Cerradura. Sin embargo, en diciembre de 1858 se hundió y hubo que reconstruirlo.

En este puente se unen dos ríos de importante influencia fluvial, como son el quiebrajano y el rio Jaén, y gracias a este puente, durante muchos años la capital del Santo Reino pudo estar conectado por carretera con Granada y con las ciudades Patrimonio de la Humanidad Úbeda y Baeza.

Como en la zona vacacional del Puente Jontoya, en los años setenta los hortelanos que trabajaban en Puente Nuevo comenzaron a vender sus terrenos a muchos jienenses para que estos poblaran los mismos a fines vacacionales, conformando un núcleo importante de vecinos en la actualidad.

En dicho barrio existen restaurantes, una vaquería dedicada a la producción de leches y quesos, pequeños talleres de forja artesanal, instalaciones abandonadas de una industria papelera y una residencia de ancianos de reciente construcción.


viernes, 13 de septiembre de 2019

De puentes: Puente Jontoya



El Puente Jontoya es un barrio residencial de la capital del Santo Reino, en pleno camino hacia el municipio de La Guardia de Jaén y que se extiende por la vega del río Jaén, continuación del barrio residencial Puente de la Sierra. El nombre se debe al constructor Manuel Jontoya Taracena, empresario que adquirió el Molino del Alguacil, cercano a la zona, y que lo convirtió en una fábrica de harinas.

Diputado y senador por parte de Jaén, este liberal, dueño también del Palacio de los Covaleda Nicuesa, situado dentro del casco histórico de la capital del Santo Reino, consiguió que el ayuntamiento construyera en 1863 un puente metálico, con el fin de facilitar el paso a hortelanos, viajeros y porteadores de su fábrica de harinas.

Años después de su fallecimiento, en 1895, un fuerte temporal destruyó el puente. Sin embargo, el nuevo dueño de la fábrica de harinas, don Fidel Álvarez Ochoa, reconstruyó el puente metálico dos años más tarde, corriendo años más tarde la misma suerte que el anterior, para acabar construyendo en la zona un puente de hormigón.

Ya en los años setenta del siglo anterior, los hortelanos de la zona vendieron sus terrenos a particulares, lo que propició que muchos jiennenses lo utilizaran como fines vacacionales como se sigue utilizando en la actualidad, en la que se estima que un total de 3000 personas viven por esta zona.


viernes, 6 de septiembre de 2019

De puentes: Puente de la Sierra


La zona residencial del Puente la Sierra es una zona residencial, antigua zona de huertas, que se encuentra situada a la entrada de la Sierra de Jaén o Sierra Sur, en pleno camino prehistórico de Granada.

El motivo por el que se conoce a la zona con este nombre se debe a un antiguo puente de madera del siglo XVIII que tenía que ser reconstruido cada vez las riadas arrasaban con él, en el vado de Lérix, lugar donde nace el río Jaén. En concreto se construyeron hasta cuatro puentes diferentes en 1801, 1816, 1829 y 1847, este último de mármol negro extraído de la Cantera de San Cristóbal.

Cerca de este puente existía una antigua dehesa que abastecía de leña y carbón a toda la ciudad, sin olvidar los pastos de la sierra, la caza, la nieve y demás recursos que acumulaba grandes rentas para el consistorio.

A mediados del siglo XIX Don Juan Francisco de Martos levantó un puente privado y una ventilla junto a este, conocida como “El Portazgo”, donde el empresario cobraba un peaje por usar este bien. Por este motivo, en 1899, se decide construir un puente público, que sobrevive en la actualidad, aunque doce años más tarde el Ayuntamiento buscó conseguir del propietario del Portazgo del Puente de la Sierra, la cesión de propiedad del mencionado puente, con el que había llegado a un acuerdo de adquisición del mismo por valor de 1.500 pesetas de la época.


De todos modos, este no es el único que se construyó por la zona, ya que existe otro puente conocido como el Puente del Quiebrajano, en honor al pantano que abastece de agua la ciudad. Además, por la zona cuenta con varias caserías como las de Santa Isabel, la de Jesús o la de los Naranjos; varios molinos, como el de los Martos, la Reina o los Cañones, e incluso una iglesia bajo el nombre de Nueva Santa Cristina y una ermita dedicada al Cristo de la Asomada, desde la que parte una romería el domingo siguiente al día de San Juan.