viernes, 29 de octubre de 2021

Crimen de la Cabaña

En la madrugada del 16 de marzo de 1985, Rafael Cortés Fernández fue asesinado tras ser acuchillado a las puertas de la sala de fiestas La Cabaña, en plena Fuente de la Peña. Aunque fue trasladado en taxi a la antigua residencia Capitán Cortés, nada pudieron hacer por su vida.


Cuatro días más tarde, Luis M. R. y Matías R. M., de etnia gitana, fueron detenidos porque los cuerpos de seguridad del estado determinaron que tanto estos como el fallecido estuvieron juntos aquella noche en el local e incluso estuvieron cantando flamenco. Uno de los primos, bien por una discusión o por un robo frustrado, le asestó un navajazo en la femoral a la víctima, lo que provocó que se desangrara en cuestión de minutos.

En febrero de 1987 se celebró el juicio pertinente, donde los detenidos se acusaron mutuamente. Por desgracia, el forense no pudo determinar si alguna de las navajas intervenidas a los procesados fue la utilizada en el crimen, por lo que, ante la falta de pruebas, los magistrados se vieron en la obligación de absolver a los acusados. La sentencia dejó sin castigo a un asesino para impedir el encarcelamiento de un inocente.


viernes, 22 de octubre de 2021

Personajes ilustres de nuestra tierra: Rosa Butler y Mendieta

Rosa Butler y Mendieta fue una escritora del siglo XIX creadora de obras tan prestigiosas como La noche y la Religión o La creación del mundo, entre otras. Hija de Tomas Butler, capitán del ejército, y María de los Dolores Mendieta, nació en la capital del Santo Reino en el año 1821. Su vida cambió radicalmente cuando sus padres fallecieron aun siendo ella una niña. Una tía suya por parte de padre, doña Rosa Butler, la cuidó junto a su marido, Antonio Izquierdo, con quienes vivió en la provincia de Cádiz durante gran parte de su vida.

Rosa Butler sufrió las consecuencias de los frentes que España tenía abiertos en aquella época, que sumieron al país en un gran problema económico. Pudo vivir la independencia de las colonias de América y cómo las ideas ilustradas entraban en nuestro país y abrían la mente de las personas.

Colaboró con sus trabajos en varias publicaciones tales como El Pensil Gaditano o La Mujer, consiguiendo mantener una relación fluida con las distintas tendencias del movimiento feminista que se empezaron a crear en nuestro país en la segunda mitad del siglo XIX.

Su estilo literario siempre giró en torno al Romanticismo, siendo la soledad, la melancolía, la religión o la muerte de sus padres sus temas favoritos junto con su lado feminista, dejando claro su compromiso fiel con la mujer.

Nunca se supo con qué edad falleció, aunque se conoce que su muerte fue temprana. Aún así, siempre quedarán sus obras literarias y su recuerdo en aquellos que dejaron testimonio de sus andanzas por la España de mediados del siglo XIX.

viernes, 15 de octubre de 2021

De leyenda: Las Tres Morillas

En los últimos años de reinado árabe sobre la capital del Santo Reino hubo un monarca, llamado Rey Alhamar, que tuvo que sufrir la pérdida de su esposa tras el parto de tres hermosas niñas; Aixa, Fátima y Marien.

Aquellas niñas se convirtieron en tres bellas damas, y su popularidad era tal que las habladurías de la época habían traspasado las fronteras de Jaén. Es por ello que su padre las mantuvo encerradas dentro del Alcázar Viejo del Castillo de Santa Catalina, para protegerlas de las miradas de los hombres.

Un buen día llegó a Jaén un emisario del monarca cristiano Fernando III para entregar al rey Alhamar una carta. Alhamar ordenó que el soldado se alojara en la fortaleza los días que permaneciera en la ciudad mientras meditaba la respuesta de esa propuesta.

En una cena, mientras estaban sirviendo los postres, las tres hermanas entraron jugando a la estancia y al observar al soldado estas se quedaron tan impresionadas que salieron corriendo del comedor con la misma velocidad con la que entraron. Tras este hecho, tanto las tres hermanas como el emisario fueron presentados formalmente. Desde ese momento, el soldado cristiano buscó sin cesar a las bellas damas por toda la fortaleza sin éxito.

Alhamar dio respuesta formal al monarca cristiano, por lo que el emisario tuvo que abandonar la fortaleza árabe. Varios meses después, el caballero cristiano regresó en secreto a Jaén para conquistar a una de las hermanas. Ya en el interior del recinto fortificado, se escondió en un huerto, y es allí donde pudo escuchar una canción entonada por las tres hermanas.

“¿Do estarás ahora hermoso galán, que solo pude verte un día? ¿Qué triste se tornó mi vida, desde que te perdiste en la lejanía!”

El soldado se acercó a ellas sigilosamente y les preguntó si ese caballero era él, porque desde que las vio se enamoró de cada una de ellas. Aixa, con lágrimas en los ojos, le dijo que su amor era imposible porque su padre la había cortejado con un señor de Granada muy poderoso aunque ella también sufriera de amor por él.

Las hermanas, entonces, decidieron entrar al interior del castillo, y el caballero cristiano las siguió. En ese intento, el joven soldado fue capturado por las tropas del rey Alhamar. A los pocos días el monarca nazarí se entrevistó con el soldado, que le contó lo que le había ocurrido. Alhamar, finalmente, con todo el dolor de su corazón, decidió permitir que Aixa pudiera casarse con el caballero cristiano, aun sabiendo que no volvería a ver a su hija nunca más.

El caballero cristiano permitió que Aixa pudiera ver a su padre al menos una vez al año y, resuelto ese escollo, Alhamar permitió que sus otras dos hijas, Fátima y Marien, eligieran marido. Alhamar puso al tanto a Fernando III de lo sucedido y, este último, que se encontraba en Úbeda, le comunicó que deseaba apadrinar la boda. Todos se trasladaron a Úbeda, donde se celebró el bautizo de la bella mora y, a continuación, la boda.

Se puede decir que de esta hermosa leyenda nació un bello cancionero en pleno siglo XV que dice lo siguiente:

Tres morillas me enamoran en Jaén,

Axa, Fátima y Marién.

Tres morillas tan garridas iban a coger olivas,

y hallábanlas cogida en Jaén, Axa, Fátima y Marién.

 

Y hallábanlas cogidas y tornaban desmaídas

y las colores perdidas en Jaén. Axa, Fátima y Marién.

 

Tres moriscas tan lozanas, tres moriscas tan lozanas

iban a coger manzanas a Jaen, Axa, Fátima, y Marién.

Díjeles: ¿Quién sois, señoras, de mi vida robadoras?

Cristianas que éramos moras en Jaén.

Axa, Fátima y Marién.

 

Tres morillas me enamoran en Jaén.

Axa, Fátima y Marién.

También en 1931, el propio Federico García Lorca popularizó esta leyenda dentro de los cinco discos gramofónicos que contenía un total de diez canciones, entre ellas las Morillas de Jaén, que grabó con la voz de Encarnación López La Argentinita.


viernes, 8 de octubre de 2021

Barrios de Jaén: El Camino de Martos

Junto al barrio de La Magdalena existió un portillo, conocido como Puerta de Martos, que era punto de partida de un trazado de tierra que conectaba a la capital del Santo Reino con el municipio jiennense de Martos y la vecina provincia de Córdoba. Esta vía de comunicación es conocida como Camino de Martos y alrededor a esta han existido innumerables espacios que no tenían cabida dentro de la ciudad amurallada.


Ya Alfonso X El Sabio, en el siglo XIII, mandó construir sobre la zona una ermita dedicada a Nuestra Señora de la Coronada. Junto a esta también se levantó una torre con la que proteger a los huérfanos de las invasiones musulmanas. Los vecinos de la ciudad se acercaban hasta este punto para pedirle a la virgen protección para sus familiares cautivos. En un principio, la ermita era gestionada por la cofradía de los Ballesteros de la Coronada, hasta que en 1511 pasó a ser propiedad de los Carmelitas Calzados, levantando allí el primer Convento de la Coronada de la ciudad. De la ermita y del propio convento se comenta que tan sólo ha sobrevivido su portada, vendida y colocada en la Iglesia de Santa María de Linares.

También en este camino se levantó el primitivo Convento de la Merced sobre la desaparecida ermita de San Sebastián en el siglo XIV. Doscientos años más tarde, el complejo religioso se trasladó a su actual ubicación, pasando el edificio abandonado a ser de nuevo de San Sebastián hasta los primeros años del siglo XX.

El Peñón de San Lázaro debe su nombre a una ermita-hospital bautizada con el nombre del santo. Este era una institución benéfica donde se acogían a enfermos contagiados por la lepra y por otras enfermedades similares en el siglo XVI. De su ermita siempre se ha comentado que era el punto idóneo para guardar tesoros, algo que nunca se pudo demostrar pese a los innumerables intentos de muchas personas. Hoy en día es sede del colegio privado Alto Castillo.

Otro edificio emblemático fue la Estación de Olivicultura y Elayotecnia, un complejo creado en el siglo XX cuyos terrenos fueron cedidos por parte de la Diputación Provincial al Ministerio de Agricultura para que se hicieran cargo de la construcción del mismo. En ella se edificó también una ermita dedicada a Nuestra Señora del Pilar.


Durante muchos años fue atendida por el clero de La Magdalena. En sus inmediaciones, a lo largo del año, se concentraban los romeros del cerro de la Cabeza, de la Virgen Blanca, paseantes, lavanderas y un largo etcétera. También se construyó una fuente, el Pilar Nuevo, abastecida por las aguas procedentes de los peñascos cercanos a la Casería de Valcrespo, propiedad de los dominicos. De todo estos terrenos han perdurado algunos pabellones de lo que en su día fue un enclave esencial para el futuro del campo jiennense.

Cerro de los Lirios era el siguiente enclave rústico tras los ejidos de la zona, como el de Santa Isabel. Su posición estratégica jugó un papel determinante durante la Guerra de la Independencia, ya que en 1808 combatieron por la zona las tropas españolas y francesas. Desde este punto se puede divisar lo que queda de las ya urbanizadas vegas de las Fuentezuelas, Santa Isabel, La Imora y la campiña.

A mediados del siglo XX, junto con la Casería de la Escalona, el terreno fue utilizado como vertedero, provocando su destrucción como zona virgen. Frente al cerro se encontraba la ermita de San Antón, germen de las tradiciones populares de nuestras famosas lumbres y que, en un principio, fue gestionada por la cofradía laical de los Ballesteros de San Antón. Ellos, como miembros de la Orden, fueron los primeros en realizar los fuegos de invierno de origen pagano que condujo a su cristianización y a su rápida difusión.

La Imora es un paraje situado a las afueras de la ciudad, actualmente anexa a la Autovía del Olivar. Su nombre original fue el de Daymora, en pleno siglo XV, aunque existen escritos que demuestran que ya en época musulmana estos terrenos eran conocidos como Fuente Mora y que en ellos existieron jardines y huertas. Un espacio privado ya que la iglesia era dueña de esta parte de la ciudad. Con la desamortización de Mendizábal pasó a formar parte del pueblo.

En 1958, El Alcázar comenzó a construir una fábrica que duró cuatro años en ponerse en pie, construyendo un espacio que aún se mantiene activo. Cerca de esta se edificó un colegio privado en 1980, conocido como Guadalimar. Entre la ciudad y La Imora existía un paraje conocido como Cementerio Viejo, por los enterramientos que se realizaron por la zona y cuyos cadáveres fueron encontrados en recientes excavaciones arqueológicas.

En la Imora se encuentra una ermita que ya desde el siglo XV atendía las necesidades espirituales de los lugareños. En su interior se encuentra la imagen de la Virgen Blanca. Esta tuvo que abandonar la ermita por su estado ruinoso para trasladarse a una hornacina cercana a los muros de la Casería de la Imora y después a la parroquia de La Magdalena durante la Guerra de la Independencia.

A mediados del siglo XIX la ermita se reparó y la imagen fue trasladada a su primitiva residencia. La guerra civil provocó la destrucción de la virgen y después del conflicto bélico se compró una nueva imagen y una copia de cedro que se custodiaría en la parroquia de Santa Isabel, hasta que regresara de nuevo a casa. La nueva ermita data del año 1976 con una portada cuya entrada es de arco de medio punto coronada por espadaña y un atrio porticado.

Valdeastillas, sin embargo, es un barrio situado al otro lado de la Autovía del Olivar. Las construcciones tipo chalé se realizaron en los años sesenta aprovechando el agua de sondeos y su inmejorable posición.

En las faldas del cerro de Santa Catalina comenzó a edificarse tras la guerra civil el barrio de San Vicente de Paúl, más conocido como Antonio Diaz, aunque primeramente fuera bautizado como las Casillas del Obispo por la promoción que le hizo el obispo Félix Romero Mengíbar a la zona. Muy cerca de este punto, en 1950, el periodista Tomás Romero Bravo descubrió una cueva con una profundidad de más de treinta metros y bellas formaciones kársticas que daban a un pozo de más de veinticinco metros de profundidad y a otras grutas aun por explorar.

viernes, 1 de octubre de 2021

En el olvido: Casa de Comedias

En la Plaza del Mercado, frente al Palacio de los Vilches, a mediados del siglo XVII, se construyó por orden del Ayuntamiento de Jaén la Casa de Comedias. Para su fachada se reutilizaron elementos arquitectónicos procedentes de la vieja Alhóndiga Zaida, establecida en la Plaza de las Herrerías. En esa fachada se grabó una inscripción que decía lo siguiente: REINANDO EN ESPAÑA/ JAEN MANDO/ SIENDO SU CORREGIDOR/ LOBATON, CABALLERO. Año-1674.

Su entrada estaba flanqueada por dos grandes rejas y, en el segundo piso, se diseñaron cinco blasones, el central coronado con el escudo de armas reales de España. En la parte más alta se construyó una galería de doce arquitos de medio punto.

Tras su gran puerta se accedía al corral de comedias. En el piso bajo había catorce aposentos, mientras que en la segunda planta se contaba con varios aposentos separados por columnas de madera acompañados de un barandal de madera. Centrando este espacio se encontraba el Palco de la Señoría, y ya en la última planta, el espacio era delimitado igual que en el segundo piso.

Tras unos años de intensa utilización empezaron a surgir problemas. La autoridad eclesiástica lo veía como un antro de perversión e inmoralidad y con frecuencia conseguía su cierre. Por eso el Ayuntamiento empezó a utilizarla también como alhóndiga. Es por ello que en 1780 la Casa de Comedias se vio obligada a cerrar definitivamente. El Ayuntamiento, temiendo los castigos divinos, hizo el voto solemne de no permitir jamás que en Jaén volvieran a representarse comedias.

En 1786, el edificio se cedió a la Real Sociedad Económica de Amigos del País, que estableció unos talleres para recoger mendigos y gentes pobres de solemnidad. Durante la Guerra de la Independencia, sirvió de cuartel a la compañía de Infantería de Cazadores de Jaén y algunos destacamentos de Dragones y de Guías de la Prefectura. Luego volvió al poder de la Sociedad Económica que abrió allí sus escuelas.

El Ayuntamiento quiso recuperar el inmueble para que volviera a cumplir su cometido inicial. Sin embargo la Sociedad Económica continuó utilizando los locales para sus viviendas culturales y docentes. En 1918, el edificio fue destruido para levantar sobre el mismo el nuevo edificio de la Económica.