viernes, 22 de julio de 2022

Barrios de Jaén: San Lorenzo

La barriada de San Lorenzo fue, antaño, una de las zonas de la ciudad cuya identidad ha desaparecido con el transcurso de los años. Su centro neurálgico fue, es y será la desaparecida parroquia de San Lorenzo, del siglo XIII, de la que aún se mantiene en pie el famoso monumento conocido como Arco de San Lorenzo.


Este espacio religioso fue edificado sobre cantones, debido a la geografía de la calle. Su plazuela, llamada de San Lorenzo, conectaba con otras vías anexas, como la calle de San Lorenzo, la calle Parrilla, la calle Madre de Dios y la calle Maestra Alta, hoy renombrada como Almendros Aguilar. Sobre el actual arco se levantó el presbiterio del templo y su sacristía, conservadas también actualmente.

De la iglesia se conoce que sólo disponía de un priorazgo y un beneficio y que estaba formada por una sola nave cubierta de artesonado que llegaba a la actual casa número cuatro de la calle que lleva su nombre. También contaba con una lonja dirección la calle Parrilla donde, en su planta baja y con acceso independiente, se abrió una capilla dedicada al santo titular.

Esta parroquia se cerró al público sobre el año 1820, al quedar sus cimientos muy dañados durante la Guerra de la Independencia. De este modo, la parroquia pasó a integrarse en el Convento de la Merced, arrastrando con ella la parroquia de Santiago, anexionada a ésta años atrás. Finalmente, sobre los años veinte del siglo diecinueve, pasó finalmente a formar parte de la iglesia de San Bartolomé, desapareciendo su fábrica en 1827 pero manteniendo en pie su torreón con sus dependencias interiores intactas.

En 1832, el obispado vendió el solar de la iglesia a don José Carrillo Serrano, con obligación de que se levantara en ese punto una casa sin que éste señor se adueñara de la capilla del arco. Doce años más tarde, debido al desprendimiento de unas piedras del torreón, dicha casa fue dañada y, como compensación, se le indemnizó al señor Carrillo con la dependencia alta de dicha torre.

A finales del siglo XIX el Ayuntamiento de Jaén acordó demoler el Arco de San Lorenzo, pero un grupo de académicos solicitaron a la Real Academia de San Fernando que lo salvara de un trágico final, como así sucedió, ya que fue declarado el arco Monumento Nacional. No fue hasta la dictadura franquista, en 1968, cuando se consiguió la recuperación de la estancia superior tras una restauración llevada a cabo por el prestigioso arquitecto Luis Berges, cediéndose el espacio a la Asociación Amigos de San Antón en 1981.

La calzada del arco, en el siglo XX, se rebajó para que las procesiones pudieran pasar bajo el mismo, en especial la de Nuestro Padre Jesús Nazareno. La calle Parrilla, por otro lado, a la altura de la parroquia, tuvo una imagen labrada en piedra dedicada a San Lorenzo mostrando su parrilla. En ella también existió un pilar de agua que en la actualidad ha desaparecido.

En la actual calle Maestra se construyó un notable palacio que sirviera de residencia de la familia De Iranzo-De Torres. Este edificio se encontraba rodeado de la calle Maestra, de la Plaza de la Audiencia, de la calle Colón, de la calle Cerón y de la calle Bernardo López. Posteriormente, esta casa-palacio estuvo vinculada durante muchos años a los Condes de Villadompardo.

Tras distintas remodelaciones, sobre el lugar han existido baños y lavaderos públicos, el Teatro de la Audiencia, el Casino Español, el Casino Primitivo y, actualmente, el Teatro Darymelia y bloques de pisos y las sedes de los transformados palacios de Cultura y de Asuntos Sociales, de propiedad municipal.

Respecto a la Plaza de la Audiencia se puede comentar que todavía sigue un observatorio básico para ver y comprender el viejo Jaén, y justo en ella se inicia el callejón del Baño de la Audiencia, un rincón que servía de entrada hacia unos oscuros callejones hasta que estos se destruyeron y se edificó la actual calle Colón a finales del siglo XIX. Allí se encontraba el Baño de la Audiencia, propiedad de los Marqueses de Bélgida.

Campillejo de las Cruces fue un espacio urbano nacido en la antemuralla de la ciudad que iba hasta la calle Tiradores, actual Ruiz Romero. Este lugar fue modificado por completo para trazar la calle Doctor Eduardo Arroyo. En la popular calle Compañía se instauró en 1614 la casa, colegio y residencia de la compañía de Jesús, con una iglesia típicamente jesuítica, dedicada a San Eufrasio y donde se veneró a la Virgen del Alba.

A finales del siglo XVIII, tras la expulsión de los jesuitas, se instalaron en el edificio los Reales Estudios de la Concordia y el Monte de Piedad de Nuestra Señora de los Dolores. A mediados del siglo XIX pasó a ser Instituto Provincial de Segunda Enseñanza y Escuela Normal de Magisterio hasta que en 1947 el edificio se rehabilitó para instaurar allí el Conservatorio Oficial de Música, hasta la actualidad.

Junto a la calle de San Lorenzo se encuentra la calle del Jesús, una vía donde existió una hornacina con la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Ya para concluir, en el espacio comprendido entre la calle Cambil y la calle Almagro existió, a mediados del siglo XX, un cine de verano conocido como Cine San Lorenzo, hoy también desaparecido.

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