viernes, 26 de julio de 2019

Cofradía del Santísimo Cristo de Chircales


Cuenta una leyenda que, en una cueva cercana en el paraje de Chircales, en la Sierra de Valdepeñas de Jaén, al oeste del pueblo, dos pastorcillos localizaron oculto y enrollado un lienzo que representaba un Calvario. Otra tradición asegura que mirando en aquellas cuevas unos ermitaños sujetos a la regla de San Pablo, acogieron a un arriero y vendedor de paños que donó a los anacoretas el lienzo.

También se supone que el lienzo fue mandado pintar por Ginés de Nápoles, anacoreta que allí residió más de treinta años y que falleció en 1609. Lo cierto es que ya a comienzos del siglo XVII este óleo obtuvo una profunda devoción no sólo de los vecinos de Valdepeñas, sino también de numerosos lugares de la comarca.

La imagen se trata de un óleo de 203 x 145, que representa un calvario y al fondo un ermitaño. De la boca del Crucificado sale una cinta en la que hay escrito en latín la famosa frase Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Esta obra fue mejorada en 1751, pintando en su reverso una exaltación de la Eucaristía.

La cofradía actual fue creada en el año 1986, aprobándose sus estatutos iniciales el 16 de octubre por el obispo Don Miguel Peinado y Don Santiago García Aracil. Nació como elemento aglutinador de la colonia valdepeñera de Jaén, con deseo de patentizar la arraigada devoción que en el pueblo de Valdepeñas de Jaén se siente por su patrón el Santo Cristo de Chircales.

Está residenciada canónicamente en la parroquia de San Juan de la Cruz, careciendo de imagen titular, pues los actos corporativos solo ostentan un estandarte.

La cofradía se une en Valdepeñas de Jaén a los actos organizados el día 1 de mayo con motivo del traslado del Cristo de Chircales desde su ermita a la parroquia del pueblo. La jura de nuevos cofrades se celebra en el santuario serrano de Chircales el último domingo de julio y también se participa en las fiestas tradicionales que tienen los días 1, 2 y 3 de septiembre de cada año. A tal fin la cofradía de la capital se traslada a Valdepeñas donde es recibida por la hermandad matriz, participa en la Misa y procesión y ofrece una fiesta propia en honor del Cristo. Además, se une a los actos de despedida que tienen lugar el último domingo de octubre, cuando el Cristo regresa a su ermita.

En Jaén se suele ofrecer un triduo en honor a la imagen titular, unos cultos que finalizan el 14 de septiembre, día de la Exaltación de la Cruz. También celebra funeral por los cofrades difuntos y diversos actos de culto y convivencia con carácter puntual.