viernes, 25 de enero de 2019

En el olvido: Antiguo Convento de San Francisco



El antiguo Convento Casa Grande de San Francisco de Jaén fue un edificio que ocupaba el solar donde actualmente se levanta el edificio de la Diputación Provincial. En el siglo XIII, durante la época de la conquista de la ciudad por Fernando III “El Santo”, había en este lugar un bosque donde el rey tuvo un pequeño palacio en el que residió algunos meses tras la conquista de 1246. Pedro I cedió el terreno a los religiosos franciscanos en 1354, levantando allí un convento en el lado norte del nuevo espacio urbano, promovido por el Condestable don Miguel Lucas de Iranzo, y que tenía como principales referentes la imponente Puerta de Santa María y la parte trasera de la Catedral. En 1524, el convento fue entregado a los observantes, orden religiosa aparecida en el seno de la orden franciscana como movimiento de reforma tendiendo a una mayor austeridad y rigor de la vida conventual. 

El edificio tenía sencilla portada y torre austera, pero de grandes dimensiones. Su iglesia estaba enriquecida con capillas nobiliarias con derecho a panteón, cuya capilla Mayor, Capilla Real, fue sepulcro durante un tiempo de los Infantes don Pedro y don Juan, hijos de Sancho IV, víctima ambos de la guerra contra los nazaríes, hasta que sus cuerpos fueron trasladados al monasterio de las Huelgas en Burgos. Esto fue el motivo por el que la nobleza local sintiera especial predilección por enterrarse en este templo. De hecho, fueron los Condes de Torralba los mayores benefactores del mismo, del que eran patronos de su capilla mayor, su lugar de enterramiento, en el único convento de la provincia que vivió sin propiedades ni censos de la caridad por el voto de la pobreza.

A mediados del siglo XVI, concretamente en el año 1558, la familia Córdoba-Mendoza sufraga junto con la comunidad franciscana, las obras de una nueva Capilla Mayor cuyas trazas se encargaron al arquitecto Andrés de Vandelvira. El gran arquitecto proyecta un remate ochavado al estilo de los que ya había llevado a cabo en Alcázar o en La Guardia de Jaén.

El claustro tenía doble galería porticada. Alrededor de dicho claustro había unos cuadros de Pedro Atanasio que desaparecieron en el siglo XIX. Aún así, se conserva un retrato de Santa Clara en el Museo Provincial de Jaén, obra de dicho autor. Respecto al huerto, este era grande, pues sus tapias llegaban a las actuales calles Los Álamos, Espartería y San Clemente. De dicho huerto, que en parte se utilizó para construir el actual Mercado de San Francisco, en la actual calle Atarazanas se conservaban tres cipreses, siendo estos talados a finales del siglo XX.

Resultado de imagen de edificio diputacion provincial de jaenSu final se produjo con la Desamortización de Mendizábal. En 1837 el convento se convirtió en cuartel y oficinas de la administración estatal, y la capilla de la Soledad se modificó para albergar una pescadería. En 1867 el edificio es demolido a pesar de que el canónigo Muñoz Garnica ofreció hasta 10.000 duros para conservar, al menos, la iglesia. En su solar se levantó un nuevo edificio para albergar la Diputación Provincial, pero este presentaba tales deficiencias técnicas que en 1875 hubo que demolerse de nuevo para levantar otro, esta vez diseñado por el arquitecto Jorge Purrúa.

Gracias a esta orden franciscana se puede disfrutar en la actualidad de dos hermosas hermandades que procesionan en las tardes mágicas de Semana Santa de la capital del Santo Reino, como son: la Primitiva, Pontificia y Real Congregación del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y María Santísima de los Dolores, más conocida como la cofradía de los civiles, y Pontificia y Real Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Siervos de Nuestra Señora de la Soledad.

Jaén tuvo la mala suerte de no conservar, al menos, parte del claustro, capilla y paredes maestras del complejo, tal como había proyectado José María Cuenca, arquitecto provincial, pero su idea fue desechada por la autoridad competente, que no quería conservar resto alguno del inmueble.