viernes, 26 de junio de 2020

En el olvido: Convento de la Coronada


La capital del Santo Reino siempre se ha caracterizado por mantener un alto número de espacios religiosos por toda su extensión geográfica, pero también han ido desapareciendo muchos de ellos ante la falta de voluntad de mantenimiento de nuestros antepasados.

El convento de la Coronada fue una comunidad religiosa que se ubicó primitivamente a la altura de la Puerta de Martos, a extramuros de la ciudad, cercano al antiguo ejido de Santa Isabel. El origen de este convento se debe a una imagen hallada por unos labradores en pleno siglo XIII. Cuenta la leyenda que en ese espacio se realizó un hoyo para plantar un árbol y, al descubrir ese hueco, se encontraron una campana y una imagen de una virgen, que nombraron “la Coronada” porque llevaba una corona postiza.

Se decidió inmediatamente construir una pequeña ermita para rendirle culto a la santa, y no fue hasta el siglo XV cuando el Obispo de la ciudad, Don Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, decidió construir un convento en esas inmediaciones bajo la advocación de la orden carmelitana.

En estudios recientes se ha comprobado que Don Ambrosio Suárez, sobrino del obispo Don Alonso, ordenó su enterramiento en la capilla mayor y mandó construir un retablo y una hermosa reja del siglo XVI tallado por el Maestro Bartolomé de Salamanca. Además, el rey Felipe II, que se hospedó temporalmente en el interior del convento, donó una cruz que fue a parar en el convento sevillano de la orden. Por último, la imagen de piedra de la Virgen Coronada y los escudos que la decoraban acabaron siendo vendidas a un anticuario de Granada. Tan solo la fachada ha sobrevivido a lo largo de los siglos, siendo rescatada para ser portada principal de la Basílica Menor de Santa María la Mayor de Linares.

La orden se vio obligada a mudarse al centro de la ciudad, en concreto a la Plaza de los Rosales, con el fin de buscar una comodidad que no poseía en su primera ubicación. Para la construcción de este nuevo espacio se utilizaron materiales reciclados de su anterior emplazamiento. En 1836, debido a la famosa desamortización de Mendizábal, el convento se utilizó para diferentes usos benéficos y militares. En 1860, el espacio se reconstruyó para que albergara la nueva prisión de la ciudad y, en 1933, la cárcel cerró y el edificio fue demolido por completo. Ya durante la época franquista fue cine de verano “Jalisco”, después cine de verano “Rosales”, y finalmente su terreno se empleó para diseñar una plaza pública, la actual Plaza de los Rosales.

viernes, 19 de junio de 2020

De festivales: Festival de Otoño


El Festival de Otoño es un evento que se celebra desde el año 2000 en la capital del Santo Reino como un proyecto ambicioso de desarrollo cultural, turístico y social que ha conseguido convertirse en uno de los festivales más prestigiosos del ámbito andaluz y nacional. Nuestra ciudad ha sido protagonista en los principales foros del mundo de la música clásica y el teatro, formando parte de ese selecto club de festivales de primer nivel artístico de nuestro país.

El Excelentísimo Ayuntamiento de Jaén, junto con diferentes empresas privadas y públicas y, junto a los propios ciudadanos, ha convertido el Festival de Otoño en un gran proyecto cultural, trascendiendo el ámbito local y teniendo una clara vocación de formar parte del panorama cultural de nuestro país, contribuyendo al desarrollo turístico, social y cultural de la ciudad y participando en ella grandes artistas de la música, ópera, teatro y danza.

Por Jaén han pasado personajes tan ilustres como José Carreras, Ainhoa Arteta, Montserrat Caballé, Teresa Berganza, María Bayo, Orfeón Donostiarra, Lorin Maazel, Rostropovich, Kiri Te Kanawa, la Royal Philarmonic Orchestra, la Orquesta Sinfónica de Viena, la Orquesta Nacional de España, la Compañía Nacional de Danza, Sara Baras, El Brujo, Els Comediants, y Michael Nyman, entre otros.

Han sido personajes y grandes artistas que han ofrecido unas excepcionales actuaciones en sus ediciones y que han ido conformando un proyecto cultural que se ha paseado por nuestra ciudad y por las decenas de espacios que los acogieron, con el objetivo de llegar hasta los últimos rincones de nuestra ciudad. En la actualidad, el Festival de Otoño es miembro de la Asociación Española de Festivales de Música Clásica, FestClásica, a la que pertenecen más de 40 festivales de toda España.

viernes, 12 de junio de 2020

De leyenda: La Cámara de las Estatuas

“En los primeros días había en el reino de los andaluces una ciudad en la que residieron sus reyes y que tenía por nombre Lebtit o Ceuta, o Jaén. Había un fuerte castillo en esa ciudad, cuya puerta de dos batientes no era para entrar ni aun para salir, sino para que la tuvieran cerrada. Cada vez que un rey fallecía y otro rey heredaba su trono altísimo, éste añadía con sus manos una cerradura nueva a la puerta, hasta que fueron veinticuatro las cerraduras, una por cada rey.

Entonces acaeció que un hombre malvado, que no era de la casa real, se adueñó del poder, y en lugar de añadir una cerradura quiso que las veinticuatro anteriores fueran abiertas para mirar el contenido de aquél castillo. El visir y los emires le suplicaron que no hiciera tal cosa y le escondieron el llavero de hierro y le dijeron que añadir una cerradura era más fácil que forzar veinticuatro, pero él repetía con astucia maravillosa: “Yo quiero examinar el contenido de este castillo”. Entonces le ofrecieron cuantas riquezas podían acumular, en rebaños, en ídolos cristianos, en plata y oro, pero él no quiso desistir y abrió la puerta con su mano derecha (que arderá para siempre).

Adentro estaban figurados los árabes en metal y en madera, sobre sus rápidos camellos y potros, con turbantes que ondeabn sobre la espalda y alfanjes suspendidos de talabartes y la derecha lanza en la diestra. Todas estas figuras eran de bulto y proyectaban sombras en el piso, y un ciego las podía reconocer mediante el solo tacto, y las patas delanteras de los caballos no tacaban el suelo y no se caían, como si se hubieran encabritado. Gran espanto causaron en el rey esas primorosas figuras, y aun más el orden y silencio excelente que se observara en ellas, porque todas miraban a un mismo lado, que era el poniente, y no se oía ni una voz ni un clarín.

Eso había en la primera cámara del castillo. En la segunda estaba la mesa de Solimán, hijo de David - ¡sea para los dos la salvación! -, talladaen una sola piedra esmeralda, cuyo color, como se sabe, es el verde, y cuyas propiedades escondidas son indescriptibles y auténticas, porque serena las tempestades, mantiene la castidad de su portador, ahuyenta la disentería y los mas espíritus, decide favorablemente un litigio y es de gran socorro en los partos.

En la tercera hallaron dos libros: uno era negro y enseñaba las virtudes de los metales de los talismanes y de los días, así com la preparación de venenos y de contravenenos; otro era blanco y no se pudo descifrar su enseñanza, aunque la escritura era clara. En la cuarta encontraron un mapamundi, donde estaban los reinos, las ciudades, los mares, los castillos y los peligros, cada cual con su nombre verdadero y con su precisa figura.

En la quinta encontraron un espejo de forma circular, obra de Solimán, hijo de David - ¡sea para los dos la salvación! -, cuyo precio no era mucho, pues estaba hecho de diversos metales y el que se miraba en su luna veía las caras de sus padres y de sus hijos, desde el primer Adán hasta los que oirán la Trompeta. La sexta estaba llena de elixir, del que bastaba un solo adarme para cambiar tres mil onzas de plata en tres mil onzas de oro.

La séptima les pareció vacía y era tan larga que el más hábil de los arqueros hubiera disparado una flecha desde la puerta sin conseguir clavarla en el fondo. En la pared final vieron grabada un inscripción terrible. El rey la examinó y la comprendió, y decía de esta suerte: “Si alguna mano abre la puerta de este castillo, los guerreros de carne que se parecen a los guerreros de metal de la entrada se adueñarán del reino”.

Estas cosas acontecieron el 89 de la hériga. Antes que tocara a su fin, Tárik se apoderó de esa fortaleza y derrotó a ese rey y vendió a sus mujeres y a sus hijos y desoló sus tierras. Así se fueron dilatando los árabes por el reino de Andalucía, con sus higueras y praderas regadas en las que no se sufre de sed. En cuanto a los tesoros, es fama que Tárik, hijo de Zaid, los remitió al califa su señor, que los guardó en una pirámide.”

viernes, 5 de junio de 2020

Callejero de Jaén: Virgen de la Capilla


A la calle Virgen de la Capilla se la conoce como cruce de caminos porque en este vial estuvo ubicada la Puerta de Barrera, uniendo, pasando por esta, la Avenida de Madrid con la Plaza de la Constitución. Esta calle, en sus inicios, era excesivamente estrecha, lo que la convertía en peligrosa porque hasta los simples carros que transitaban por la misma tenían con mucha facilidad diversos accidentes que hacían imprescindible hacerle una nueva alineación.

La operación inmobiliaria que hubo que realizar para ensanchar la vía fue demasiado compleja porque hubo que efectuar expropiaciones a familias con influencia en el gobierno de la ciudad, en concreto dos casas viejas a lo largo de la fachada que va desde la Plaza de la Constitución hasta la calle Correa Weglison. Fue una de las operaciones urbanísticas que mejor se ha planteado en nuestra ciudad y que mejor se ha hecho con mayor decisión, haciéndose con tal precisión que se realizó en tiempo récord.

Sobre los azulejos que anuncian el nombre de la calle hay una pequeña imagen de la Virgen de la Capilla porque la vía es nombrada como la co-patrona y Alcaldesa Mayor de la capital del Santo Reino, y a la altura del número 10 existe un edificio, proyectado por el arquitecto Luis Berges en los años 30, que responde a la tipología de edificación en bloque con planta baja de uso comercial y plantas superiores destinadas a vivienda. La fachada presenta un cuerpo volado en forma de mirador y los vanos laterales con balcón y barandilla son realizados con tubos. El último piso está realizado en fábrica de ladrillo mientras que en el bajo comercial aún se conserva un mosaico de piedra elaborado por el artista Francisco Baños.