viernes, 27 de noviembre de 2020

Historias del ferrocarril

El ferrocarril por nuestras tierras no ha vivido un camino de rosas precisamente. La provincia siempre ha sido considerada de segunda categoría aun existiendo una industria minera importante en pleno corazón de la misma.


Todo comenzó cuando en 1856 se constituye la Compañía de Ferrocarriles Madrid-Zaragoza-Alicante (MZA). Esta empresa obtiene cuatro años más tarde el tramo Manzanares-Córdoba, dentro de la línea general de Andalucía. En 1866 la meseta castellana queda finalmente comunicada con Andalucía mediante el tramo Venta de Cárdenas-Vilches atravesando el Paso de Despeñaperros con una longitud de casi 30 kilómetros. Días más tarde se inaugura el tramo Vilches-Córdoba y en 1877 se inaugura el ramal de Vadollano con Linares. Por ese motivo se constituye en mayo de ese año la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces.

1879 fue clave para la provincia jiennense. Por fin se construyó la ampliación del ramal de Vadollano, conectando el Paseo de Linarejos con Los Salidos. De este modo, la comarca minera del norte de Linares exportaba el plomo y la plata sustraídos de las minas.

No fue hasta el 18 de agosto de 1881 cuando llega el primer tren de pasajeros a la capital del Santo Reino al inaugurarse el tramo Espeluy-Jaén perteneciente a la línea Puente Genil-Linares. A finales del siglo XIX se inauguran nuevas vías de ferrocarril, en este caso los tramos Cabra-Puente Genil, Cabra-Jaén y Espeluy-Linares.

No será hasta la dictadura de Primo de Rivera cuando la Compañía de Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA) optó por aprovechar buena parte de la línea Madrid-Alcázar de San Juan para continuar desde ese punto, a través de Despeñaperros, hacia Córdoba y Sevilla.

Tras el fracaso de este proyecto se intentó llevar a cabo el conocido como Plan Guadalhorce, o lo que es lo mismo, una línea de ferrocarril que conectara Puertollano con Córdoba atravesando la serranía andaluza. Dicho plan fue refrendado en 1926 aunque no fue aprobado hasta dos años más tarde. El Ministerio de Fomento aprovechó la ocasión para contratar las obras del ferrocarril de Puertollano a Marmolejo, desde donde finalmente se empalmaría con la línea de Madrid a Sevilla.

Paralelamente a esta actuación, comienza la construcción de la línea Baeza-Utiel-Frontera Francesa, unas obras que se prolongaron en el tiempo. Ya con la llegada del Franquismo culmina la electrificación del Paso de Despeñaperros dentro de un plan de modernización que llevaría a la electrificación de todo el tramo entre Alcázar de San Juan y Córdoba.


En los años 60 comienza el declive de lo que un día fueron los años gloriosos del ferrocarril en nuestra provincia. Un informe del Banco Mundial obliga al abandono de las obras del ferrocarril de Puertollano a Marmolejo y paraliza las de Baeza-Utiel-Frontera Francesa. A continuación se cerraron también los tramos Linares-La Carolina y Linares-Espeluy.

Sin embargo, también se modernizan las líneas de tranvía de Linares y La Loma, uniendo estas mediante una estación subterránea bajo las vías de Linares-Baeza. De este modo, la ciudad minera acabó unida con las ciudades renacentistas de Úbeda y Baeza mediante un ferrocarril que sustituyó a los obsoletos tranvías. Además, en 1976, se produce la electrificación del tramo Espeluy-Jaén y también comienza un periodo de pruebas del nuevo electrotrén conocido popularmente como Platanito.

Sin embargo, en 1984, ya con el partido socialista en el poder, un Real Decreto aprobado en Consejo de Ministro provoca el cierre del tramo Jaén-Puente Genil y de la línea de ferrocarril Baeza-Utiel-Frontera Francesa. Esto, unido a la construcción del AVE Madrid-Sevilla atravesando la serranía de Córdoba, confirma el desmantelamiento ferroviario que sufre la provincia y que se mantiene en la actualidad para desgracia de los que vivimos en estas tierras.

Actualmente, la provincia espera su conexión a la Alta Velocidad a través del prometido corredor Alcázar de San Juan–Jaén, algo que a duras penas verá la luz.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Jaén en Miniatura: Maquetas que hablan de nuestra historia

 Palacio de los Duques de Garcíez y Montemar

Casa adosada al Torreón de la Puerta Noguera
Convento de la Coronada y Prisión Provincial
Pensión Martín
Iglesia de la Merced
Parroquia Santa María Madre de la Iglesia

Iglesia de Santa Isabel
Palacio de la Familia de los Saenz
Puerta del Aceituno
Puerta de Martos
Iglesia del Salvador
Castillo de Santa Catalina
Arquitectura doméstica de La Carrera
Iglesia de San Eufrasio
Casa de la Familia Estabatirado
Puerta de Baeza
Alhóndiga
Casa de los Rincones
Arco de San Lorenzo
Iglesia de San Juan Pablo II
Casa de Socorro
Parador Nuevo
Convento de San Antonio
Palacio del Capitán Quesada
Iglesia de Cristo Rey
Iglesia de San Félix de Valois
Palacio de Villadompardo
Camarín de Jesús
Iglesia de San Bartolomé
Pilar del Arrabalejo
Iglesia de Belén y San Roque
Diputación Provincial
Basílica Menor de San Ildefonso
Ayuntamiento

Casa de la Familia Jódar
Casa del Chantre de la Catedral
Las Carnicerías
Cine Norte
Cuartel de San Rafael
Santa Iglesia Catedral
Iglesia de San Juan
Raudal de la Magdalena
Iglesia Parroquial de la Magdalena
Puerta del Ángel
Casa-Mirador del Doctor Eduardo Arroyo
Antigua Prisión Provincial
Casa-Palacio de los Uribe
Teatro Cervantes
Museo Provincial
Palacio Episcopal
Convento de Santa Teresa de Jesús de las Carmelitas Descalzas
Casa de la sede de el periódico El Pueblo Andaluz
Hospital de Jesús, María y José
Clínica del Doctor Cáceres
Casa de Piedra
Casa del Guarda
Casa de Comedias
Torreón Puerta del Sol
Parroquia de San Miguel
Palacete-Casería de la Familia Jódar
Parroquia de Santa Cruz
Posada del Santo Rostro
Correos y Telégrafos
Clínica Fermín Palma
Parroquia de San Lorenzo