viernes, 25 de febrero de 2022

En el olvido: Convento de la Concepción

En 1576, en la acera izquierda de la calle Muñoz Garnica, se abría el Convento de la Concepción de las M. M. Dominicas. Previamente, a influjos del obispo Diego de los Cobos, en 1562 se había fundado en nuestra ciudad un convento de religiosas dominicas bajo advocación de la Concepción de Nuestra Señora frente al convento dominico de Santa Catalina Mártir. Debido a la fuerte competencia con este último, las monjas se vieron obligadas a mudarse a unas casas principales que don Pedro Berrio tenía en la calle Ancha del Arrabal, en prolongación con la parte trasera a la calle de Hurtado, donde se estableció definitivamente.


Su iglesia, de una sola nave, era sencilla y cubierta con artesonado de madera que se prolongaba sobre el coro alto. En el siglo XVIII, gracias a la Condesa de Humanes, se le hicieron una serie de reformas al templo dotándolo de una portada de piedra con arco de medio punto coronado por una hornacina con la imagen de la Inmaculada.

La clausura era amplia y disponía de un bello patio porticado, en cuyo centro había una fuente de piedra centrada por un pedestal decorado por cuatro mascarones y un león de bronce que arrojaba el agua por la boca. Las hermanas dominicas tenían una entrada independiente hacia la iglesia y por su construcción recordaba ser la noble morada de la familia Berrio.

A finales del siglo XIX y a impulsos de los Marqueses de Villalta se abrió en el costado de la iglesia una capilla a imitación de la gruta de Lourdes, donde en torno a 1914 se fundó una devota congregación.

En 1965 el convento no se encontraba en una situación económica óptima y se planeó venderlo para abrir una nueva casa más tranquila y recatada. Rápidamente se demolió y se dispensaron sus restos. En parte del solar se decidió levantar una nueva iglesia para acoger la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, El Abuelo, pero todo quedó en proyecto y pasó a ser un garaje más.

viernes, 18 de febrero de 2022

Personajes ilustres de nuestra tierra: Catalina Mir Real

Catalina Mir Real, natural de Palma de Mallorca, nació un 24 de diciembre de 1985. Fue allí en la isla balear donde pasó su infancia y también su juventud. No fue hasta después de contraer matrimonio cuando se muda a la capital del Santo Reino a comienzos del siglo XX. Es en nuestra ciudad donde participa activamente en obras benéficas y de caridad como las conferencias de San Vicente de Paúl o la Junta de Damas de la Cruz Roja.

Su mayor logro, y por la que es conocida, es la fundación de una escuela nocturna en el barrio de la Alcantarilla, más conocida como Escuela Nocturna del Niño Jesús de Praga. Con esta institución, Catalina Mir Real buscaba atender a aquellos niños y jóvenes que trabajaban desde bien temprano. Quería contribuir a eliminar, en la medida de lo posible, el alto analfabetismo que existía en nuestra ciudad.

El espíritu originario de la escuela fue el de la promoción social y cultural de la familia y la juventud. Con el fallecimiento de nuestra protagonista, en 1961, los estatutos de la institución se actualizaron y su denominación cambió por la actual Fundación Catalina Mir Real. Desde entonces, su hijos son los encargados de continuar con la labor que nos había dejado su madre.

También Catalina Mir Real es recordada por su prosa y por su poesía, habiéndonos dejado regalos tales como Cuadritos y Recuerdos, Viernes Santo, Abril, Noviembre, Nochebuena o Cuando el tiempo es malo, entre otros.

viernes, 11 de febrero de 2022

Hornacinas de Jaén

 A continuación se presenta una ruta de las hornacinas repartidas por la capital del Santo Reino.

Divina Pastora (Muro del Convento de las Bernardas)


San Antonio (Portillo de San Jerónimo)



Cristo de los Chircales (Calle de las Bernardas 1)



Cristo del Arroyo (Calle San Fernando 20)



Cristo de la Salud (Calle Vicente Montuno 10)


Virgen de la Estrella (Calle Senda de los Huertos)


Nuestra Señora del Carmen (Calle Las Peñas)



Cristo de Burgos o de los Tres Huevos (Plaza de la Purísima Concepción)



Cristo del Perdón (Calle Manuel Jontoya)



Cristo de la Buena Voluntad (Calle Llana 1)



Nuestro Padre Jesús Nazareno (Antiguo Hospital de Epidémicos)



Cristo del Amparo (Calle Maestra 4)



Virgen de la Amargura (Arco del Consuelo)



Virgen Milagrosa (Calle Madre de Dios 3)



Cristo de la Luz (Calle Muralla)



Cristo de la Amargura (Calle San Bartolomé 14A)



Cristo de la Clemencia (Plaza de Santo Domingo 4)



Cristo de la Salud (Pilar del Arrabalejo)



Cristo del Amor (Calle San Carlos)



San Antonio de Padua (Plaza de los Jardinillos)

viernes, 4 de febrero de 2022

Dirhermes califales hallados en la capital del Santo Reino

Entre la calle Maestro Bartolomé y Millán de Priego se encontraron, durante la construcción de un edificio promovido por Inmobiliaria Santa Catalina, unos dirhermes califales que se guardaron en un principio en el Instituto de Estudios Giennenses para su posterior musealización.

Lo primero que se descubrió fue una vasija de cerámica vidriada con forma de jarra construida por multitud de dirhermes de la que no se recuperaron los fragmentos que le faltan. Junto a esta se encontraron otras piezas pertenecientes a un reducido número de fragmentos de monedas en las que figuran la ceca de los califas omeyas españoles y el año de acuñación.

De este modo se confirma que al instaurarse el Califato de Al-Andalus se retiró de la circulación el monetario existente, con el fin de reacuñarlo a los pesos, medidas y leyendas exigidos por el nuevo estado político.

Las 27 dirhermes fatimíes se reparten en distintos grupos clasificados por los Califa, leyendas y distribución de las mismas. En el primer grupo se profesa la fe musulmana y la misión profética de Mahoma. En la segunda se puede leer el nombre del Califa (Califa Fatimia Nizar Ibn Ma’add al-Aziz) y el bi-smi Allah. El resto de monedas corresponde a las acuñaciones de su sucesor, el loco y original Al-Hakim.

Muchos historiadores aseguran que los dirhermes están datados del siglo X, época en la que se presupone que el tesoro se enterró, quizá porque el Califato de Córdoba cayó y se instauró oficialmente la unidad de Al-Ándalus.