viernes, 28 de septiembre de 2018

Guerra civil en Jaén III: Fin de la guerra y consecuencias

El 28 de marzo de 1939 la guerra civil llegó a su fin, pero no fue hasta el 1 de abril del mismo año cuando el dictador Francisco Franco firmó el último parte de guerra. En la capital del santo reino el bando nacional tenía miedo a entrar en la ciudad porque Jaén se convirtió en un feudo republicano muy fuerte. En ese momento, el futuro régimen franquista, a través de los integrantes de la quinta columna dirigidas por el comandante José Villagrán, intentaron llegar a un pacto con las autoridades enemigas para la rendición de estas últimas.


El diputado Alejandro Perez Caravanas, El alcalde José Campos Perabán y el teniente coronel José Cuerda entregaron la ciudad a cambio de dejarles escapar a través del mar desde Alicante. El bando franquista les dio un plazo de quince días para ejecutar su huida, lo que provocó que por los campos jiennenses se vieran caravanas humanas formadas por comunistas, anarquistas, concejales, alcaldes, diputados de muchos pueblos… Lamentablemente, todo se trataba de una mentira.


A mitad de camino, el bando nacional interceptó a este grupo de personas y los fusiló sin juicio alguno. El comandante José Villagrán, en ese mismo instante, tomó por la fuerza Radio Jaén emitiendo un comunicado en el que anunciaba la toma de la ciudad.


Los frentes de batalla son lógicos en todas las guerras. Los hombres van a matar y a morir en ellos, pero donde se palpa el odio puro de los dos bandos es en la retaguardia. Sobretodo en los primeros meses del golpe de estado. En Jaén no se pudieron hacer matanzas franquistas durante la guerra porque la ciudad no fue tomada por el dictador hasta el final de la contienda. La izquierda asesinó durante ese tiempo a más de 1900 personas sin juicio de causa y unos 50 fueron condenados por el tribunal popular a ser fusilados en la zona del Tiro Nacional.


Cuando Franco tomó la ciudad, el dictador pasó factura y fusiló, torturó y maltrató a más de cuatro mil personas desde el final de la guerra hasta entrados los años cincuenta. En total, casi seis mil personal perdieron su vida en la retaguardia a parte de aquellos que dieron su vida en los frentes de batalla.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Guerra civil en Jaén II: Los refugios antiaéreos

El 2 de Abril de 1937, un día después del famoso bombardeo que sufrió la ciudad, se constituyó una comisión compuesta por el Frente Popular y el Ayuntamiento de Jaén con el objetivo de dotar a la ciudad de un mayor número de refugios antiaéreos, ya que la ciudad carecía de la misma. El proyecto fue encargado a los arquitectos municipales y provinciales Antonio María Sánchez y Luis Berges Martínez. Cinco días después presentaron el proyecto, que contemplaba seis refugios, situados en la plaza de la Magdalena, de la Merced, Martinez Molina, plaza de Santiago, San Juán y San Ildefonso. La idea era poder dar cobijo a 8800 personas en caso de cualquier otro ataque aéreo.


Finalmente fueron construidos un total de 35 refugios, informándose de la construcción de 114 más en casas privadas, mucho de ellos aprovechando el raudal de la Magdalena. En la actualidad solo quedan en perfecto estado dos de ellos, el de la plaza de Santiago y el que está en el Albergue Juvenil bajo el Hospital de San Juán de Dios.


http://2.bp.blogspot.com/-KgWIaGxjHk8/TZdOOWR4c3I/AAAAAAAAAms/WDhWPkJ3Nuk/s1600/1300907595_0%255B1%255D.jpghttp://www.andalucia.org/media/fotos/image_217525_jpeg_800x600_q85.jpgAmbientado en el Jaén de los años 30, el refugio de la plaza de Santiago cuenta con 1300 metros cuadrados distribuidos bajo la plaza y con una capacidad para 1040 personas, formando un pequeño laberinto con tres largos pasillos de no más de dos metros de altura cada uno, donde se refugiaban los jiennenses durante los bombardeos de la guerra civil. Dicho refugio contaba con cuatro entradas, todas ellas por la calle Almendros Aguilar. En su interior, contiene fragmentos de historia que ayudan a conocer qué ocurrió entre los dos bandos y por qué. Una exposición fotográfica y unos textos explicativos donde muestran con todo detalle la experiencia que vivió la ciudad en tal conflicto bélico.


https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1NUCihxE2hFwtdPTjtGa2TgeInntTMG_79gac5k4oTRWXNvZV3NpSng-7RBF1dH_K-7l-P8i9RaSFodcrLBuQgOu1dw5oOGrmA6SxB9cvAtxDECDXjSijo21YFFfCOW1-CUBWZf3Kdjc/s1600/IMG_9731.JPGhttp://www.xn--elmesondespeaperros-63b.es/wp-content/uploads/2017/05/albergue-jaen.jpgEl refugio del Albergue Juvenil consta de 160 metros, aproximadamente de galerías abovedadas de unos dos metros de altura que se reducen en algunos lugares, y de unos 1.50 metros de ancho que en otras estancias se amplían. Tiene un quirófano interno que presenta una serie de vanos para colocar instrumental quirúrgico. Aún conserva los azulejos originales de color azul y en una galería contigua se ubican hornacinas que se utilizaban para almacenar material. A este refugio se puede acceder por varias estancias del Hospital de San Juán de Dios.


Resultado de imagen de plaza de san ildefonso jaenEl resto de refugios sufrieron notables modificaciones, hasta tal punto que dejaron de existir, como es el caso del refugio antiaéreo de la plaza de San Ildefonso. Probablemente este fue el más grande de la capital del Santo Reino. Aprovechando las Criptas de la Basílica Menor de San Ildefonso, este refugio se agrandó cogiendo parte de la zona subterránea de la plaza. Años más tarde, este refugio fue remodelado para convertirse en unos baños públicos durante el régimen franquista.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Guerra civil en Jaén I: 1 de abril de 1937

La Guerra Civil Española fue un conflicto bélico iniciado en 1936 como fracaso del Golpe de Estado que los militares ejecutaron contra el gobierno de la II República. Durante el conflicto, Jaén se posicionó a favor del bando republicano, lo que provocó que el bando dirigido por Francisco Franco ejecutara una auténtica matanza meses después. Un ataque contra la población republicana desguarnecida de toda defensa, ya que en la ciudad no existían ni regimientos ni fortificaciones dignas de ser objetivo militar estratégico.


El 1 de abril de 1937 a las 17:22, los relojes de la capital se pararon al paso de cinco trimotores de la legión cóndor nazi que estaban al servicio del general Franco. Bajo las órdenes del general Queipo de Llano, las avionetas entraron por Jabalcuz para cruzar el entorno de la plaza de San Ildefonso, plaza de la Constitución y calle Federico Mendizábal, arrojando bombas que causaron 158 muertos y más de 300 heridos, un sesenta y cinco por ciento de ellos mujeres y niños.


En un principio se contabilizaron 130 víctimas, que ascendieron a 158 tras los trabajos de desescombro que se realizaron, ya que el bombardeo provocó que muchos edificios estuvieran destrozados.


En la plaza de San Ildefonso, las casas frente a la iglesia fueron destruidas por completo. De hecho, aún se puede apreciar impactos de bala en la fachada principal de la Basílica Menor e incluso las piedras blancas o parches de cemento que se tuvieron que colocar sobre las mismas para tapar los agujeros que provocaron las bombas.


En la calle Federico Mendizábal, esquina con la calle Roldán y Marín, un grupo de personas esperaba en la puerta de la tienda de abastecimientos de petróleo y carbón cuando uno de los proyectiles cayó sobre ellos, provocando la muerte de 22 personas. Muchos ancianos aún recuerdan el cuero cabelludo de las trenzas de una niña pegadas en el antiguo edificio de telefónica en ese mismo lugar.


Por desgracia, en el cementerio de San Eufrasio se vivieron las imágenes más terroríficas y esperpénticas que haya vivido nunca la capital del santo reino, con multitud de miembros amputados y cuerpos desmembrados amontonados cerca de las tumbas. Tal era la situación que en la actualidad existe un mínimo de doce personas enterradas sin identificar por el esparcimiento de sus restos.


Aquel crimen de guerra desató una matanza posterior en represalia por el bombardeo por parte de milicianos armados, sindicalistas, representantes políticos y el pueblo en general ya que necesitaban venganza. Durante los días 1, 2, 3, 4, 5 y 7 fueron sacados de la cárcel los presos de derechas que estaban encarcelados en la catedral para llevarlos al cementerio de Mancha Real sin juicio alguno. 130 derechistas fueron fusilados sin formación de causa porque ciento treinta fueron las víctimas contabilizadas esos días.


Mientras los derechistas eran fusilados, los arquitectos del ayuntamiento y la diputación empezaron a diseñar hasta un total de seis refugios antiaéreos de forma inmediata por sí Jaén sufría un nuevo ataque. En aquella época Jaén estaba muy masificada de habitantes al acoger a miles de evacuados que huían de pueblos como Santiago e Higuera de Calatrava, Arjona, Arjonilla y de todos los pueblos próximos al frente, lo que hizo que las casas de los ricos fueran incautadas para acogerlos. Eso provocó que la capital se quedara sin abastecimiento público y aumentara la hambruna y la miseria.


Aquella ciudad alegre y llena de vida de los años treinta se convirtió en una ciudad triste y oscura con innumerables edificios destruidos, calles llenas de escombros, muchísimos heridos, enfermos, hambruna, miseria, escasez de abastecimientos públicos… Una ciudad fantasma sumida en un auténtico caos.

viernes, 7 de septiembre de 2018

El Camino Mozárabe de Santiago en Jaén

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8zZnnz2sgfTc5YKQSdwbsaa2yUslXX6CON588aN4JynuqUGd7M02awbjMhwU0MQh8r78NmwJc-gdwaToKcgOKqlg1mmslYPamktwwFqY5RYvtmsOI86FjlKBMXYpw8A8UwYYMOdy4bTk4/s1600/DSC03092.JPGLlamamos Camino Mozárabe a aquel recorrido que los mozárabes del sur peninsular realizaban en peregrinaje hacia Santiago de Compostela, y que se une a la Vía de la Plata en la localidad extremeña de Mérida. Pero para situarnos en el tiempo cabe recordar que los mozárabes eran cristianos que durante la Edad Media vivían en territorio bajo dominio musulmán, conservando a pesar de las dificultades buena parte de sus costumbres y cultura hispanas.


La ruta principal del camino comienza en la Catedral de Granada hasta Mérida pasando por Córdoba. De ésta, tres ramas se unen a la ruta principal. Jaén capital es el inicio de una de las ramas que une la ciudad con la localidad de Alcaudete, pasando por Torredelcampo, Torredonjimeno y Martos.


La ruta comienza en la plaza de Santa María, a los pies de la Catedral de la Asunción de María. En el pavimento de la plaza, enfrente de la puerta de la catedral que guarda San Miguel, se puede apreciar una baldosa que indica el principio del Camino Mozárabe de Santiago. Si se introduce al interior de la catedral, es recomendable llegar hasta la capilla de Santiago, en un lugar de honor en la cabecera junto a la Capilla Mayor. Otro sitio recomendable para visitar es debajo de la preciosa cúpula, pues en una de sus cuatro pechinas está el relieve de Santiago a lomos de su caballo. Estos detalles indican la importancia que a Santiago se le da en la catedral, teniendo incluso dedicados a él dos asientos del magnífico coro.


Saliendo de la catedral la ruta continúa por la calle Maestra, eje principal de la antigua ciudad. En su inicio, en la fachada de la cofradía de Nuestro Padre Jesús, está la plaquita de llamativo color que confirma el camino. En su final se encuentra el antiguo palacio del Condestable Iranzo, personaje de gran importancia para Jaén y Castilla por aquellos años del siglo XV que vió el reinado de Enrique IV y la transición hasta el mandato de los Reyes Católicos. El palacio pasó a ser tras los siglos el Casino Primitivo de la ciudad y ahora alberga el Palacio Municipal de Cultura, conservando tanto parte del edificio original, como unas arcadas del patio y un salón mudéjar.

Al lado de la fachada que da a la calle Maestra existe una bifurcación en cuya esquina está un detallado panel del Camino Mozárabe que incluye todas las poblaciones de la ruta, un plano con el recorrido por la ciudad y una breve descripción de este.


Tomando la calle Madre de Dios, en lo alto de esta corta pero empinada calle, se encuentra el edificio monumental Arco de San Lorenzo. Este arco es lo que queda de la desaparecida iglesia de San Lorenzo, y para salvarse fue declarado monumento nacional en 1877. Junto a él existe otra placa que señala el camino por la calle Almendros Aguilar. Dicha calle fue antaño señorial con grandes casonas de las que ahora poco queda.


En la plaza de Santiago existió una iglesia con el mismo nombre derrumbada en el siglo XIX. Fue un templo cabeza de una parroquia y que tenía su importancia debido a su relación con los santiaguistas. De la antigua iglesia queda un muro lateral que da a la calle Almendros Aguilar, muro que guarda parte de la cripta de la antigua iglesia y que se convirtió en refugio de la Guerra Civil.


Continuando por la calle Almendros Aguilar se llega a la plaza de San Juán, dominada por la iglesia de San Juan Bautista con su Torre del Concejo. Del templo gótico original no queda mucho, pero sus trazas están ahí con sus arcos apuntados, y la dicha torre medieval sigue señalando la hora oficial de la ciudad.


En la primera esquina de la plaza se encuentra la indicación de que se debe bajar por la calle San Juán para llegar a la calle Martínez Molina. En este tramo se continúa la marcha hasta el palacio del Conde de Villadompardo, con su grande y sobria fachada que esconde un bello patio renacentista. En sus cimientos, los Baños Árabes del siglo XI, los más grandes de los que existen en España y muy bien conservados.


En la plaza Santa Luisa de Marillac se encuentra la fuente compuesta por una oca que lucha con una serpiente que intenta morderle el cuello. De hecho, esta plaza se la conoce popularmente como la plaza del pato. Si se continua por la calle Santo Domingo, dirección hacia la Magdalena, se podrá apreciar la fachada principal del convento de Santo Domingo, en realidad de Santa Catalina. Al fondo de la calle se puede apreciar el emblemático barrio de la Magdalena y caminando hacia su emblemática plaza, si se gira a la izquierda, se puede apreciar el monumento del Lagarto de la Magdalena. Un famoso lagarto que en realidad era un esotérico dragón.


Avanzando un poco se contempla la iglesia de María Magdalena con su torre coronada por un campanario octogonal. A unos pasos, enfrente de la iglesia, se encuentra el imponente Raudal de la Magdalena, alrededor de la cual se fundó la ciudad en época romana, quizá antes, pues seguramente dicho raudal ya era importante y sagrado para los íberos.


Dejando este lugar para seguir el camino, una nueva placa indica que el recorrido continúa por la calle Magdalena Baja para llegar a la calle de la Puerta de Martos, lugar donde se situaba la salida hacia la localidad marteña con su famosa puerta que lamentablemente fue derrumbada.


A partir de este punto, el casco antiguo se acaba, la vieja ciudad se terminaba, y hasta aquí termina el camino por la capital del Santo Reino, buscando localidades vecinas hasta llegar a la ciudad gallega de Santiago de Compostela.