viernes, 4 de enero de 2019

De leyenda: Las llaves de Nuestro Padre Jesús



Durante más de trescientos años la imagen de Nuestro Padre Jesús luce unas llaves colgadas en el brazo izquierdo. Dichas llaves forman parte de una misteriosa leyenda iniciada el 11 de agosto de 1681, día en que se llevó a cabo una procesión con la imagen de misterio desde su casa, sita en el Convento de los Descalzos, hasta el hospital de los apestados, en la calle Josefa Segovia.
Desde el instante en el que la imagen penetró en el asilo, la enfermedad cesó y los enfermos comenzaron a recuperarse de la enfermedad que había terminado con la vida de cientos de ciudadanos, hasta el punto de que, en pocos días, el hospital fue cerrado ante la inexistencia de enfermos.
Por ese hecho, se le ofrecieron las llaves de plata de aquel hospital a la imagen venerada, en señal de agradecimiento por aquel hecho, y también como símbolo de la erradicación de aquella epidemia que asoló la ciudad. Un recuerdo que cada año se rememora, llevando claveles a los hospitales, residencias y asilos donde se encuentran personas de avanzada edad, para evitar su empeoramiento.
En aquella casa de la calle Josefa Segovia llegó a levantarse una hornacina con un cuadro de Nuestro Padre Jesús, y otro con una leyenda que comentaba: “En el año 1681, una epidemia espantosa ocurrió en esta ciudad y habiendo salido la sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús en procesión y venido a esta casa-hospital de epidémicos a las 3 de la tarde del 11 de agosto, se observó desde el momento una gran mejora y cese de las muertes. A los pocos días se declaró la población en estado de sanidad y cerradas las puertas del hospital depositaron las llaves en las sagradas manos de nuestro padre Jesús.“
Dicho cuadro y dicha leyenda aún se conservan en el interior de la capilla existente en el Arco de San Lorenzo ya que la casa fue derribada con el paso del tiempo, manteniéndose en su lugar un mosaico de azulejos.
Originariamente, las llaves del hospital eran de plata, pero hubo que realizarse una copia de las mismas, esta vez en dorado, ante el inicio de deterioro de las primeras. Ya en la Guerra Civil, las llaves estuvieron escondidas en un tarro de cristal con el fin de evitar su desaparición, ya que habían sido buscadas para robarlas pensando que eran de oro puro.
En el año 2013, el Excelentísimo Ayuntamiento de Jaén concedió a Nuestro Padre Jesús las llaves de la ciudad. Estas no pueden ser colgadas sobre la imagen por su excesivo peso, por lo que las llaves que siguen siendo cargadas en el brazo izquierdo siguen siendo las del hospital.

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