viernes, 31 de enero de 2020

Personajes ilustres de nuestra tierra: María Isabel Llaudes Santiago


María Isabel Llaudes Santiago, más conocida como Karina, nació en la capital del Santo Reino el 4 de diciembre de 1946. Viviendo sin mayores problemas, la intérprete de Las flechas del amor, Romeo y Julieta o El baúl de los recuerdos acudía a estudiar a un colegio de monjas mientras su padre trabajaba en la empresa familiar. Cuando cumplió 15 años, su abuelo murió, su peletería fue a pique y tanto ella como su familia se vieron obligados a trasladarse a Madrid para poder sobrevivir, trabajando nuestra protagonista como dependienta en pleno centro de la capital.

Al mismo tiempo que tenía que ayudar económicamente a sus seres queridos, Karina se empezó a interesar por la música y a estudiar solfeo y piano. Gracias al apoyo de su madre, se presenta a innumerables concursos radiofónicos, consiguiendo protagonizar un spot fotográfico que la llevaría a grabar su primera canción y a presentarse al concurso La Voz de Madrid como cantante novel.

Rápidamente aparece en televisión participando en Escala en Hi-Fi, un concurso en donde cantaba en playback las canciones más populares de la época. El éxito fue tal que un año más tarde protagonizó una película basada en el concurso, acompañada en el reparto con actores de la talla de Arturo Fernández o José Rubio.

Su primer contrato discográfico lo firmó con la empresa Hispavox de la mano de su representante Emilio Santamaría, padre de Massiel. Un encuentro con el artista Torrebruno, que la llamó carina como apelativo cariñoso, hizo que se optara por este apodo como nombre artístico antes que su nombre de pila.

Desde entonces y hasta 1971 publicó varios EP, en varios países además y con enorme éxito, y protagonizó también varias películas, pero al parecer nada de esto fue suficiente y participó en el concurso Pasaporte a Dublín, un espacio utilizado para elegir al representante de Eurovisión para ese año. El público quiso que Karina viajara a la ciudad alemana en el mes de abril con la canción En un mundo nuevo, título también de su última película, estrenada ese mismo año en todos los cines de España.

Ya en el festival, su interpretación se vio estropeada por problemas técnicos al principio de la misma, lo que provocó que quedara segunda por detrás de Mónaco. Su carrera siguió en lo más alto hasta 1978, cuando los nuevos gerentes de Hispavox deciden no renovar su contrato. Esto provoca que Karina se traslade a México a interpretar rancheras hasta el año 1981, cuando regresa a casa. Su carrera ya no fue lo mismo, y tan solo una obra de teatro en los años noventa es lo más representativo de su dilatada carrera artística.

Contrajo matrimonio en cuatro ocasiones y dio a luz a dos hijas de nombre Azahara Díaz Llaudés, mánager de la artista e hija también del actor Carlos Manuel Díaz, y Rocío Martínez Llaudés, hija del peluquero Juan Miguel.

viernes, 24 de enero de 2020

Los intentos de expansión de "La Carrera"


Como bien es sabido, la calle Bernabé Soriano, conocida popularmente desde el siglo XVI como “La Carrera”, se extiende durante 220 metros desde la Plaza de San Francisco hasta la convergencia con la calle Ignacio Figueroa e inicio de la Plaza de la Constitución. Sin embargo, este enclave que conecta lo viejo con lo nuevo de la capital del Santo Reino, pudo verse ampliada en varias ocasiones desde primeros del siglo XX, siendo estos planes los que intentaron tal transformación.
Proyecto de Ensanche de Jaén (1927): En aquella época, la corporación municipal decide encargar al prestigioso arquitecto don Luis Berges Martínez un proyecto de ensanche que resolviera el problema de ampliación de un crecimiento futuro de la ciudad. En ella, el arquitecto propone la apertura de una calle de 15 metros de ancho desde la confluencia con la calle Ignacio Figueroa hasta la antigua Carretera de Granada, atravesando las calles Cuatro Torres, Chinchilla, Teodoro Calvache, Melchor Cobo Medina y Portillo de San Jerónimo. A mitad del trazado se preveía la creación de una plaza de la que nacería otra calle que conectaría con el actual Parque de la Alameda. Los problemas económicos de la corporación municipal y el hecho de que Luis Berges Martinez abandonara su puesto municipal para incorporarse al equipo de arquitectos de la Diputación Provincial provoca que el plan de ensanche de la ciudad de los años 20 no se lleve a cabo.
Proyecto de Reforma Interior de Jaén (1939-1942): En aquella época el régimen franquista encarga al arquitecto Juan Piqueras la reanudación del plan de ensanche de la ciudad, cambiando pequeños detalles respecto al plan anterior. En lo relativo al ensanche de Bernabé Soriano destaca el cambio de posición de la plaza que debería servir de bifurcación para conectar el centro de la ciudad con el entorno de la Alameda, quedando este proyecto de nuevo en fase de estudio.
Plan General de Ordenación Urbana (1952): Debido a la expansión descontrolada de la ciudad en los años 40, la dictadura franquista ordena la creación de un plan que tenga controlado la creación de nuevas áreas de la ciudad. En cuanto a la ampliación de la calle Bernabé Soriano se sigue manteniendo en pie la idea que en su día diseñó don Luis Berges Martínez pero cambiando dos pequeños detalles. En primer lugar, se modificaban todas las alineaciones de calles para ganar en regularidad y en anchura y por otra parte se introduce la idea de construir nuevos edificios en la prolongación de la Carrera con soportales en la planta baja en toda su longitud, con el propósito de reservar estos para acerado y dejar el ancho de la calle por completo para la circulación de vehículos. De este modo se aprovecha la oportunidad de impulsar la zona alrededor de la Carretera de Granada con la construcción de zonas recreativas para albergar un recinto ferial y equipamientos recreativos. Debido a las innumerables quejas que realizaron los vecinos del barrio de San Ildefonso, llegando incluso escritos de quejas a la propia corporación municipal, el plan no se llevó a cabo.
Plan parcial de saneamiento y reforma interior (1966-68): Con la ampliación de anchura de calle que se lleva a cabo en la calle Virgen de la Capilla se alivian momentáneamente los problemas de movilidad que existían en uno de los principales accesos de la ciudad, pero a finales de los años sesenta, provocado por el aumento constante del parque automovilístico en la ciudad, la dictadura franquista se ve obligada a llevar reformas concretas para dar soluciones a esta problemática. De nuevo en 1966 se encarga al arquitecto Enrique Bonilla la construcción de un plan interior que remodelara por completo la calle Bernabé Soriano y el barrio de San Ildefonso. A diferencia de los antiguos planes urbanos, en este proyecto se eliminan plazas y bifurcaciones aledañas y se crea un único vial que conectaría directamente la calle Bernabé Soriano con la Carretera de Granada, manteniendo la construcción de soportales a lo largo del recorrido de la nueva vía para aumentar la fluidez del tráfico y potenciar la actividad comercial.
Plan General de Ordenación Urbana y PROBERSO (1971): En este nuevo Plan General de Ordenación Urbana se sigue la estela del plan elaborado por Enrique Bonilla cinco años atrás con la salvedad de que se construyó un nuevo plan de alineaciones para el barrio de San Ildefonso, a fin de una mejor relación con la nueva vía y avenidas cercanas. Por primera vez, se inicia la construcción de dicha ampliación en el actual Portillo de San Jerónimo a través de una sociedad constructora conocida como PROBERSO (PROlongación de BERnabé SOriano).
En 1978 se termina esta primera fase del proyecto con enorme éxito, aunque con la llegada del primer gobierno democrático el plan de ampliación queda suspendido y nunca más se planteó la reanudación del mismo.

viernes, 17 de enero de 2020

Callejero de Jaén: Paseo de la Estación y Plaza de las Batallas


En los años 40 la dictadura franquista determinó que los principales ejes viarios para la expansión de la ciudad debían ser Paseo de la Estación y Avenida de Madrid. Esa decisión ha provocado que en la actualidad la capital del Santo Reino sufra uno de los grandes agotamientos en la circulación de la ciudad, al no haber diseñado trazas similares que aliviara esta problemática.

Paseo de la Estación surge cuando se construye la Estación de Ferrocarril en 1831. Desde ese punto se diseña un camino dirección la Plaza del Mercado para conectar el centro con el extrarradio. A este se le conoce inicialmente como Camino de la Estación hasta que el espacio se transforma en Paseo de Alfonso XIII, quedando partido por la mitad por culpa del Monumento de Las Batallas en 1912.

La zona que discurre entre Roldán y Marín y Plaza de las Batallas es un bulevar con dos carriles aparte del acerado con espacios para la flora, un espacio muy frecuentado hasta la reforma de los años sesenta. La segunda parte, la zona que ocupa el espacio entre la Plaza de las Batallas y la Estación de Ferrocarril, solo había dos caminos para la circulación viaria, aparte de acerados.

A principios del siglo XX, Prados y Palacios propone para el entorno del Monumento de las Batallas que se construya alrededor centros de enseñanza, bibliotecas, archivos y museos. La idea era construir una plaza mucho más grande de la que conocemos teniendo de centro al monumento. Sobre ese proyecto se crea el Museo Provincial, diseñado por Antonio Flores, y el grupo escolar Las Batallas, originario también de Antonio Flores. Con la muerte de Prados y Palacios el proyecto se suspende y la Plaza de las Batallas no tuvo oportunidad de aumentar.

En los años 40 y 50 este entorno se convierte en uno de los espacios más entrañables para los ciudadanos por los jardines ingleses que se diseñaron alrededor con bancadas tipo respaldo. Con las fotos aéreas daba la impresión de ser una guitarra, por lo que a la plaza se la conocía como de la guitarra, comentando sus viandantes que en verano iban a tomar el sol a la guitarra.

viernes, 10 de enero de 2020

Ruta de los Nazaríes por la capital del Santo Reino


Se la conoce como Ruta de los Nazaríes al camino turístico que une el municipio jiennense de Navas de Tolosa con la capital granadina. Yayyan, como se la conoce a la capital del Santo Reino en época musulmana, vio como Abd al-Rahman II trasladaba la capitalidad de la provincia del Alto Guadalquivir a nuestra ciudad. Gracias a este hecho se lleva a cabo la elaboración de un programa de construcciones oficiales que trajo consigo la creación de una mezquita aljama y una alcazaba.
En el siglo XI, Jaén entra a formar parte del reino de los ziríes de Granada para pasar a ser un principado autonómico y luego caer en manos del rey de Sevilla antes de su ocupación por los almorávides. En el siglo XII, la dinastía marroquí mejora sus baluartes y se construye una nueva mezquita mayor en la ciudad.
Ya en 1246 al-Ahmar pacta la entrega de Jaén con Fernando III a cambio de reconocer el estado nazarí y fijar una frontera que debería mantenerse durante 250 años, asumiendo Jaén el papel de ciudad fronteriza.
Hecha esta breve introducción histórica, la Ruta de los Nazaríes nos presenta una serie de visitas a lo largo de la ciudad con diferentes puntos de interés que hayan tenido algo que ver con el mundo islámico, como por ejemplo el Castillo de Santa Catalina. Este conjunto histórico que reina la capital del Santo Reino se dividía en tres partes; Castillo Viejo, Abrehuy y Castillo Nuevo. El Castillo Viejo configuraba una fortaleza de muros con torres cuadradas creadas en el siglo XII, asentándose estas sobre construcciones del antiguo emirato del siglo IX. En la actualidad estos terrenos están ocupados por un Parador de Turismo. Del antiguo Abrehuy no queda prácticamente nada al igual que el Castillo Nuevo, sobre la que se construyó la fortificación cristiana de Alfonso X encima de las antiguas defensas musulmanas.
Toda ciudad histórica ha sobrevivido gracias a las teorías de construcción de murallas defensivas que protegieran a un enclave urbano, y en época musulmana no iba a ser menos. En la actualidad se conservan tramos de muralla de época islámica con torres en el cerro de Santa Catalina dirección hacia el barrio de la Magdalena.
El entorno de la Magdalena conformaba el epicentro del municipio romano de Aurgi y de la ciudad musulmana. En ella se construyó la primitiva mezquita aljama de la capital en la actual iglesia parroquial de la Magdalena, un edificio de cinco naves levantado a mediados del siglo IX bajo el emirato de Abd al-Rahman II. Aún se conservan la base del gran alminar, convertido en campanario cristiano, y el patio, creado anteriormente como sahn o patio de abluciones.
El antiguo Convento de Santo Domingo fue creado en el siglo XIV sobre el antiguo palacio morisco del gobernador de la Cora de Yayyán que el rey Juan I cedió a los dominicos para crear el denominado Colegio de Santo Domingo. Actualmente es sede del Archivo Histórico Provincial de la Diputación de Jaén.
Bajo el palacio del Conde de Villadompardo se encuentra uno de los baños árabes mejor conservados de España. Con una superficie de 400 m2, la leyenda les da el nombre de Alí por el nombre de su constructor. Su construcción data de los siglos XI o XII rodeado de palacios musulmanes. Se accede primero al vestíbulo –al-bayt al-maslaj–, y a continuación a la sala fría –al-bayt al-marid–, iluminada por lucernarios cenitales. Siguen las salas templada y caliente –al-bayt al-sajun–, bajo bóveda semiesférica de ladrillo sobre pechinas y arcos de herradura apoyados en columnas. A sus lados se abren alcobas, sumidas en la tenue luz que irradian las lucernas estrelladas. 
La iglesia cristiana del barrio de San Juan de la capital fue construida sobre un conjunto de edificios musulmanes que comprendían una casa, una mezquita y unos baños. El antiguo alminar, situado entre la calle Martínez Molina y calle los Caños, quedó separado del templo al abrirse nuevas vías de comunicación.
Muy cerca de esta se encuentran los antiguos baños árabes del Naranjo, segundo complejo de los cuatro que se encuentran identificados en la ciudad, y que posteriormente tuvo otros usos.
La Capilla de San Andrés es una antigua parroquia que data del siglo XIII sobre una antigua sinagoga judía. En su interior alberga la Santa Capilla y Noble Cofradía de la Limpia Concepción de Nuestra Señora con una magnífica reja del siglo XVI. Sus puertas fueron cerradas en 1835.
El Real Monasterio de Santa Clara fue creado a extramuros de la ciudad, pero por culpa de un ataque nazarí de 1368 a la ciudad de Jaén el convento tuvo que ser trasladado a sus actuales dependencias ya en el siglo XV. En su interior se venera al Cristo del Bambú, una imagen del siglo XVI y que procesiona por las calles de la capital del Santo Reino cada Lunes Santo con la Cofradía de los Estudiantes.
El camino continúa hacia la Catedral de Jaén por el eje principal de la antigua ciudad árabe conformado por las calles Martínez Molina y Maestra. Una catedral creada bajo los restos de una mezquita árabe de la que ya no quedan restos de la mismas.
Aprovechando la visita no se puede dejar de ver rincones que, si bien puede que no tenga rasgos árabes, sí que tienen una importancia especial para conocer la historia de nuestra ciudad. Partiendo de la plaza de Santa María podemos subir por el barrio de la Merced, del siglo XV, y bajar por sus angostas calles hasta llegar hacia el barrio de San Ildefonso y Puerta del Ángel, barrio obrero por excelencia de nuestra hermosa ciudad.



viernes, 3 de enero de 2020

De leyenda: Los fantasmas de los Baños Árabes


Que una instalación con mil años de historia no tuviera sus propios misterios sería impensable por el gran número de personas que han transitado por el mismo.
Cuenta la leyenda que en los Baños Árabes, o Baños del Niño, fue asesinado Alí ben Hammud, sexto califa omeya del Califato de Córdoba en el año 1018, y que, desde entonces, a las doce del mediodía, se siente la presencia del fantasma, absorbiendo las energías de los visitantes.
Al parecer, en pleno mediodía, mientras el rey Alí estaba descansando en los baños públicos, entraron tres enemigos, y mientras uno cerraba las puertas, otro hacía lo mismo con las lucernas y un tercero avivaba el fuego de la caldera, de tal modo que la temperatura aumentó considerablemente. El noble comenzó a sudar hasta que se quedó sin una gota del mismo, muriendo al instante.
Otra leyenda comenta que estando su majestad en la sala caliente le sorprendieron unos eunucos fieles a un noble rival y lo apuñalaron hasta quedar herido de muerte. Siguiendo la costumbre árabe, le dieron a elegir el punto donde quería ser rematado, eligiendo el rey Alí una de las columnas de la sala templada, donde finalmente lo asesinaron.
En la actualidad, hay visitantes que se han sentido mal, con pocas fuerzas e incluso ha habido algún que otro desvanecimiento. Hay ocasiones en las que se han notado bajadas bruscas de temperatura, o extrañamente se han descargado baterías de móviles o cámaras, o se han velado películas fotograficas.
Hace unos años, unas mujeres de unos veinte años de edad que visitaban los baños junto a un grupo de visitantes, vieron a un hombre vestido con una túnica o bata larga hasta los pies que pasaba por la puerta principal de acceso a la sala caliente. Este hombre estaba en la zona templada, y al parecer miraba fijamente a estas mujeres. Cuando iba a concluir la visita, se apagaron las luces de los baños provocando los nervios entre los turistas. La guía que comandaba la visita preguntó al personal del museo quién había apagado las luces, pero todos ellos juraron que nadie se había acercado a ese sótano. Muchos pensaron que había sido el extraño hombre que caminaba por la zona para invitar a estas personas a abandonar el lugar y dejarlo tranquilo, pero nadie puede demostrarlo.
Lo cierto es que, dejando a un lado las leyendas, la historia nos dice que el rey Alí pudo ser asesinado, pero no en los baños públicos de Jaén, sino en los baños del Alcázar de Córdoba por unos siervos pagados por Jayrán al-Saqlabi al-Fata al-Amirí, rey taifa de Murcia y Almería, quizás formando parte de una conspiración de los seguidores de los omeyas, también en el año 1018.