viernes, 1 de mayo de 2020

Callejero de Jaén: Roldán y Marín


La calle Roldán y Marín es un pequeño vial que unía antiguamente la desaparecida Plaza del Mercado con las afueras de Jaén porque al final de esta se encontraba el antiguo cuartel de la Policía y una puerta que unía la ciudad con la estación de ferrocarril. Esta manzana se construyó cuando se edifica el Paseo de la Estación, justo cuando se derriba una tapia que cercaba el antiguo matadero de la ciudad, hoy calle Madre Soledad Torres Acosta. Cuando se produce este hecho, había que enlazar la Plaza del Mercado con el bulevar recién diseñado del Paseo de la Estación, por lo que se construye esta calle con el nombre de calle del Progreso, porque se pensaba que por esta zona de la ciudad llegaba el progreso a Jaén.

A lo largo de la historia este espacio ha tenido una serie de edificios importantes como el de Galerías Preciados, un centro comercial que tuvo que desaparecer en los años 80 cuando se hizo la famosa expropiación forzosa que realizó el gobierno español a el holding Rumasa. También justo enfrente a este edificio se encontraba la oficina central del Banco Español de Crédito, conocido popularmente como Banesto. Esta sede bancaria comenzó a construirse en 1948 diseñado por el arquitecto Juan Barroso, quien lo proyectaría cuatro años antes.

El edificio presenta dos cuerpos laterales adelantados y rematados con balaustrada y pináculos. La fachada, precedida por una escalinata, presenta una portada con pilastras planas y un amplio dintel que soporta el balcón central, surgiendo, a ambos lados, varios ventanales con rejería enrasada. En la cornisa, a eje con la puerta, se establece un frontón partido sostenido sobre falsas pilastras. Esta, a su vez, se encuentra decorada por pináculos y centrada por un sobrio frontón que serviría para poder colocar un reloj. Así mismo, el edificio se encuentra rodeado por pequeños jardines y una verja modernista, muy parecido al antiguo chalet que se encontraba en ese mismo solar conocido como Chalet de Don Fidel, un desaparecido hogar muy característico del Jaén modernista y que se mantendrían muchas de sus características compositivas en edificaciones posteriores.

En definitiva, Roldán y Marín ha sido siempre una calle agradable de transitar por el lugar estratégico en el que se encuentra. Un espacio en el que comercio y peatones siempre han ido de la mano por las aceras anchas y por el grato paseo que se puede dar por la misma.

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