Este castillo rural construido entre los siglos XII y XIII, transformado
posteriormente en época cristiana, se encuentra en mal estado de conservación a
causa del abandono y destrucción que ha soportado a lo largo de los años. Se
encuentra dentro del término municipal de Jaén, a unos 17 kilómetros de la
capital, a unos 5 kilómetros de Las Infantas y a unos 12 kilómetros de
Mengíbar, en la cumbre de un elevado cerro desde el cual se puede controlar
gran parte de las tierras colindantes.
Debido a que este espacio está habilitado como cortijo, han desaparecido
elementos tan importantes como su torre del homenaje, hecha en mampostería.
Algunas de sus estancias han sido transformadas en cuadras de ganado caprino. Aun
así, siguen existiendo en la antigua fortaleza numerosos materiales cerámicos
de diferentes épocas.
La actual
aldea de Fuentetéjar fue un espacio que pudo ser ocupado desde el siglo I d.C.,
no siendo descartable que su ocupación siguiera durante época islámica.
Quizá en
época cristiana, concretamente a inicios del siglo XIV, esta pedanía aun no
reuniera un buen número de habitantes, lo que provocaría que su iglesia perteneciera
a una parroquia del vecino municipio de Mengíbar, perteneciente a su vez del Arciprestazgo
de Jaén. A finales de dicho siglo, unos nobles de la ciudad decidieron donar el
castillo a la Catedral primitiva de Jaén.
A finales
del siglo XV, por culpa de unas luchas provocadas por Don Pedro de Girón y el
Condestable Iranzo, esta aldea no pudo construir un núcleo habitado fuera de la
fortaleza. No fue hasta la llegada de los Reyes Católicos cuando aparecen las
primeras casas de labor en la pedanía, perdiendo el castillo su función de
fortaleza y renombrado el inmueble como cortijo.
El castillo
fue construido en mampostería. Estaba formado por cuatro torres, tres de ellas
circulares y una cuadrada, por un patio de armas y por un lienzo que protegía
la fortaleza. De todos estos elementos tan solo se conserva los perfiles de las
torres, que fueron abandonadas o desmanteladas al no entrar dentro del
perímetro del actual cortijo. La gran plaza de armas se encuentra muy deteriorada
respecto a la idea original del mismo.
La puerta de
acceso, de lienzo occidental, se encuentra muy transformada al haber sido
adaptada al paso de maquinaria agrícola. En los lienzos de la fortaleza se han
abierto nuevas puertas para facilitar la convivencia dentro del cortijo y se ha
añadido en el interior del castillo nuevas edificaciones y techumbres que dificulta
el reconocimiento de este conjunto histórico.
Este espacio
fue declarado Bien de Interés cultural gracias al amparo del Decreto de 22 de
abril de 1949, así como de la ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico
Español.
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