La
diócesis de Jaén, sufragánea de la archidiócesis de Granada, fue erigida en
1249, tres años después de la conquista cristiana por Fernando III el Santo.
Desde esta época, viene produciendo y recibiendo documentación que se han ido
custodiando en los Archivos Eclesiásticos de la diócesis.
Todas
estas se hallaban bajo custodia en diversas instituciones tales como Archivo
Capitular, Archivo de la Secretaría del Obispado, Archivos Parroquiales, etc.
Las antiguas instalaciones se encontraban en la antesala y en la Sala Capitular
del templo catedralicio, que servía de depósito y de tesoro que privó sobre la documentación
de la iglesia hasta la famosa Desamortización de Mendizábal en 1836.
Un
siglo más tarde, allá por los años 70, y gracias, entre otros, al Instituto de
Estudios Giennenses, dicho archivo fue trasladado a las Galerías Altas de
Tribunas de la Catedral, abriendo sus puertas a consulta de investigadores y
estudiantes de las ciencias históricas un 27 de octubre de 1837.
De
treinta salas que compone el Archivo Histórico Diocesano, seis pertenecen al
Archivo Capitular. La primera de ellas, dedicada a Nuestra Señora de la
Capilla, consta de siete grandes armarios con más de cien libros cantorales, en
pergamino, de los siglos XV al XIX.
Un
misal es un libro litúrgico, usado por el sacerdote, que contiene las oraciones
y lecturas de la misa, y en el que se indica el orden y la manera de celebrar la
misma. En el Archivo Capitular se hallan los misales plenarios anteriores al
Concilio de Trento, o lo que es lo mismo, un Misal del Cardenal Merino, otro
Misal Giennense antiguo, el Misal según la costumbre de la Santa Iglesia
Giennense y el Misal romano impreso en Venecia en 1557.
La
sala tercera, dedicada al Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora
de las Angustias, concentra bulas escritas por Urbano V, Juan XXIII y Juan Pablo
II, y Constituciones Capitulares de don Íñigo Manrique, don Luis Ossorio de
Rojas, don Baltasar de Moscoso y Sandoval, don Manuel Basulto Jiménez, don
Miguel Peinado Peinado y don Santiago García Aracil, además de las
Constituciones Sinodales de don Luis Ossorio de Rojas, don Francisco Sarmiento
de Mendoza, don Baltasar de Moscoso y Sandoval, don Antolín Monescillo y Viso,
y don Rafael García. También se encuentran custodiados en esta sala varios
sellos pontificios y episcopales y documentos varios, tales como la Coral de la
Fiesta de la Transfiguración del Señor, del siglo XIII, o el Códice Gótico, de
1246, entre otros textos.
La
sala cuarta, bajo la advocación de Santa María del Alcázar, Patrona de Baeza, custodia
hasta un total de 558 documentos que abarca desde el pontificado de Urbano V hasta
el de Juan Pablo II. También cuenta con cartas reales compuestos de Reales
Provisiones y Reales Cédulas, características de la Chancillería Castellana,
desde el reinado de Enrique II hasta Alfonso XII.
La
sala quinta, o del Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de los Dolores,
contiene Actas Capitulares como la bula que Inocencio IV redacta trasladando la
Sede Episcopal de la Diócesis desde Baeza a Jaén. También almacena el
expediente de limpieza de sangre que Julio III concede formalmente por bula a
Jaén en 1552. Entre los expedientes conservados, alrededor de 621, destacan
algunas realizadas a don Martín Fernández Salazar o a don Antonio de Raya
Méndez de Navarrete.
La
sala séptima, o de Jesús de la Piedad y Virgen de la Estrella, contiene
composiciones musicales de insignes Maestros de la Capilla y Organistas de la Catedral,
como Alfonso Medina Crespo, Guillermo Álamo Berzosa, Damián Martínez Linde,
Cándido milagro García o José Sequera y Sánchez, entre otros.
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