viernes, 9 de julio de 2021

El Casino de Artesanos de Jaén

En la segunda mitad del siglo XIX la población de nuestra ciudad se encontraba bien definida en diferentes estamentos. Por un lado estaban los señoritos, aquellos que poseían los escasos títulos nobiliarios que residían en la capital. Por otro lado estaban los rentistas o propietarios, es decir, el conjunto de la burguesía jiennense. También se encontraban los artesanos, formado por miembros de la clase media y, por último, los pobres, el grupo más mayoritario que vivían con miserables sueldos aun trabajando incesantes horas.

En 1841 se funda, en la calle Hurtado, en la famosa Casa de los Domedeles, el primer casino abierto de la capital del Santo Reino. Sin embargo, son un grupo de artesanos finos con inquietudes sociales y políticas, que acostumbran a reunirse en sus talleres y trastiendas en animadas tertulias, los que entienden que hay que crear entidades o asociaciones similares a los casinos, pero en las que el ocio sea tan sólo una motivación para aglutinar otros proyectos socio-educativos.

De este modo se funda la Sociedad Caja de Socorros, Ilustración y Recreo, más conocida como Casino de Artesanos, un espacio de entretenimiento y de asistencia social. En la calle Obispo Arquellada número 2 es donde se abre este lugar de ocio en el año 1857 con cincuenta socios bajo la denominación Círculo Industrial y Caja de Ahorros.

Un año después, esta sociedad se reorganizó bajo el nombre de Sociedad de Socorros Mutuos y Círculo de Recreo de Jaén. Fue en ese año cuando se redacta un reglamento en el que se fijan los fines de la institución, que eran recreativos y asistenciales. Finalmente, la fundación acabó cerrando tiempo después por discrepancias políticas y también por la dificultad de muchos de sus socios a responder al pago de la cuota obligatoria.

En los años setenta del siglo XIX, de la mano de don Marino Ximénez de la Linde, se refunda de nuevo la asociación con la ayuda inestimable de un grupo de artesanos, bautizando a esta como Sociedad Caja de Socorros, Ilustración y Recreo, Casino de Artesanos. Al quedarse pequeño la sede anteriormente citada por el aumento de socios, la junta directiva decidió buscar una nueva ubicación donde realizar sus actividades.

En 1877, autorizada por el Gobierno Civil, se reformaron los reglamentos para definir los nuevos fines que buscaba cumplir la institución, como era socorrer a los socios en caso de enfermedad, promover en los asociados un mayor grado de ilustración y cultura creando una biblioteca, cátedras de extensión culturales, etc… y mantener un local que sirviera de punto de encuentro y reunión de sus socios. Hasta quince años más tarde, en 1892, bajo la dirección de don José del Prado y Palacio, no se realizaron modificaciones sustanciales en sus estatutos, reiterando en el mismo su libre independencia ideológica de la que disfrutaba.

El Casino de Artesanos buscó cumplir con una de sus aspiraciones históricas, conseguir una sede definitiva. Desde su fundación ha ocupado innumerables salas tales como las que existieron en la desaparecida Plaza del Mercado, tanto en la esquina de la calle de San Clemente como en el antiguo edificio de la Pescadería, en la calle Cerón, en la desaparecida Casa de los Corregidores en la calle Martínez Molina y de nuevo en la calle Cerón, en el actual Palacio de Asuntos Sociales, convirtiéndose esta en su sede definitiva.

Con la llegada de los años treinta, la prestigiosa asociación entró en una complicada situación por las personas de diferentes ideales que la confluían. Durante la guerra civil, el casino estuvo incautado e intervenido y, a su finalización, la autoridad militar lo destinó a casino de suboficiales de la guarnición. Ésta intentó limpiar su imagen cediendo algunas de sus dependencias a asociaciones tales como el Club de Ajedrez o la sociedad deportiva Olímpica Giennense.

En los años setenta del siglo pasado la decadencia de la fundación era inevitable. Poco a poco el número de socios fueron disminuyendo. Los nuevos tiempos provocaron que el casino perdiera atractivo. Se intentó salvar al mismo con la instalación de una sala de bingo, pero esta decisión acabó arruinando a la institución. Ante la impotencia de su junta directiva, en 1982 se crea una comisión gestora que solvente a la asociación, como así sucedió, aunque este último movimiento no consiguió parar su cese de actividad cuatros años más tarde.

En 1996, el gobierno municipal derechista del Partido Popular adquiere el edificio, acomete una serie de reformas y, con estos movimientos, consigue instalar en el inmueble la sede del Patronato Municipal de Asuntos Sociales, vigente en la actualidad.

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