viernes, 4 de junio de 2021

Barrios de Jaén: San Andrés

La barriada de San Andrés siempre fue uno de los entornos más pequeños de la ciudad. Tan sólo contaba con cinco calles llamadas de San Andrés, Baja de Santo Domingo, Santa Cruz, Horno de los Negros y Plazuela del Hospicio o de las Herrerías. Su arteria principal era la calle de San Andrés y conectaba la extinta Puerta de Baeza con la actual calle de Muñoz Garnica.

Entre sus vías se encontraba el campillejo de la Melgareja. Gracias a este se podía acceder a un molino aceitero conocido como La Molineta. Por la zona se construyeron casas de familias acomodadas que disponía de patios porticados presididos por una fuente y una serie de huertos, como por ejemplo la residencia de los Torres de Navarra. Con el tiempo los inmuebles fueron ocupados por vecinos de muy variada condición.

Reinando la calle de San Andrés se encuentra la iglesia parroquial dedicado al santo, una fábrica religiosa activa desde el siglo XIV aunque haya estado constituida canónicamente hasta 1843. En su interior se creó la Santa Capilla y Noble Cofradía de la Limpia Concepción de Nuestra Señora, una institución benéfico-docente basada en la Italia renacentista. Bajo la iglesia se encuentra un colegio público donde aún perdura la docencia procedente de la Santa Capilla.

La calle Baja de Santo Domingo, conocida popularmente como calle de los Uribe, debe su nombre a una entrada accesoria a la iglesia de Santo Domingo. También en ella se encontraba la entrada al antiguo Estudio General fundado en el siglo XVI y posteriormente primitiva universidad de la ciudad. Justo enfrente se construyó la popular Casa de la Piedra, de la que en la actualidad se encuentra el Colegio de San Vicente de Paúl abierto por las hermanas de dicha orden en 1885.

Anexa a la iglesia de Santo Domingo se encontraba el Palacio de los Uribe, un enclave urbanístico que sirvió posteriormente como fábrica industrial donde se creaban anisados y licores con fórmula propia. Por desgracia, este solar se encuentra en desuso.

La calle Horno de los Negros debe su nombre a una tahona regentada por familias de raza negra que contaban de cierta libertad en la Jaén esclava de los siglos XVI y XVII. Su parte inicial fue renombrada como calle de la Cuna por el rincón donde a hurtadillas se depositaban los niños malnacidos para que fueran acogidos por la pública caridad de la Cuna.

El corazón del barrio siempre fue la Plaza del Hospicio, conocida también como Plaza de las Herrerías y actualmente renombrada como Plaza de Santa Luisa de Marillac. Este espacio es presidido por el Palacio de los Condes de Villadompardo, edificado en 1592 por el Virrey de Perú don Fernando de Torres y Portugal. Bajo sus cimientos se encuentran unos antiguos baños árabes del que se comenta que son los mejores conservados de toda Europa.

A lo largo de la historia, el majestuoso palacio ha tenido otros usos entre los que destaca un hospicio, una casa-cuna y una maternidad. En la actualidad, alberga el espacio expositivo de los Baños Árabes, el Museo de Artes y Costumbres Populares, el Museo Internacional de Arte Naïf y los servicios culturales de la Diputación Provincial.

Frente al Palacio de Villadompardo existió, hasta los primeros años del siglo XIX, el Priorato de San Benito, sede de la Orden de Calatrava, con una iglesia donde se celebraban las investiduras de los caballeros de dicha Orden y también sirvió de residencia de estos para administrar sus propiedades e intereses. Su plaza está presidida por un cisne con una serpiente, motivo por el cual es también conocida popularmente como Plaza del Pato.

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