viernes, 24 de enero de 2020

Los intentos de expansión de "La Carrera"


Como bien es sabido, la calle Bernabé Soriano, conocida popularmente desde el siglo XVI como “La Carrera”, se extiende durante 220 metros desde la Plaza de San Francisco hasta la convergencia con la calle Ignacio Figueroa e inicio de la Plaza de la Constitución. Sin embargo, este enclave que conecta lo viejo con lo nuevo de la capital del Santo Reino, pudo verse ampliada en varias ocasiones desde primeros del siglo XX, siendo estos planes los que intentaron tal transformación.
Proyecto de Ensanche de Jaén (1927): En aquella época, la corporación municipal decide encargar al prestigioso arquitecto don Luis Berges Martínez un proyecto de ensanche que resolviera el problema de ampliación de un crecimiento futuro de la ciudad. En ella, el arquitecto propone la apertura de una calle de 15 metros de ancho desde la confluencia con la calle Ignacio Figueroa hasta la antigua Carretera de Granada, atravesando las calles Cuatro Torres, Chinchilla, Teodoro Calvache, Melchor Cobo Medina y Portillo de San Jerónimo. A mitad del trazado se preveía la creación de una plaza de la que nacería otra calle que conectaría con el actual Parque de la Alameda. Los problemas económicos de la corporación municipal y el hecho de que Luis Berges Martinez abandonara su puesto municipal para incorporarse al equipo de arquitectos de la Diputación Provincial provoca que el plan de ensanche de la ciudad de los años 20 no se lleve a cabo.
Proyecto de Reforma Interior de Jaén (1939-1942): En aquella época el régimen franquista encarga al arquitecto Juan Piqueras la reanudación del plan de ensanche de la ciudad, cambiando pequeños detalles respecto al plan anterior. En lo relativo al ensanche de Bernabé Soriano destaca el cambio de posición de la plaza que debería servir de bifurcación para conectar el centro de la ciudad con el entorno de la Alameda, quedando este proyecto de nuevo en fase de estudio.
Plan General de Ordenación Urbana (1952): Debido a la expansión descontrolada de la ciudad en los años 40, la dictadura franquista ordena la creación de un plan que tenga controlado la creación de nuevas áreas de la ciudad. En cuanto a la ampliación de la calle Bernabé Soriano se sigue manteniendo en pie la idea que en su día diseñó don Luis Berges Martínez pero cambiando dos pequeños detalles. En primer lugar, se modificaban todas las alineaciones de calles para ganar en regularidad y en anchura y por otra parte se introduce la idea de construir nuevos edificios en la prolongación de la Carrera con soportales en la planta baja en toda su longitud, con el propósito de reservar estos para acerado y dejar el ancho de la calle por completo para la circulación de vehículos. De este modo se aprovecha la oportunidad de impulsar la zona alrededor de la Carretera de Granada con la construcción de zonas recreativas para albergar un recinto ferial y equipamientos recreativos. Debido a las innumerables quejas que realizaron los vecinos del barrio de San Ildefonso, llegando incluso escritos de quejas a la propia corporación municipal, el plan no se llevó a cabo.
Plan parcial de saneamiento y reforma interior (1966-68): Con la ampliación de anchura de calle que se lleva a cabo en la calle Virgen de la Capilla se alivian momentáneamente los problemas de movilidad que existían en uno de los principales accesos de la ciudad, pero a finales de los años sesenta, provocado por el aumento constante del parque automovilístico en la ciudad, la dictadura franquista se ve obligada a llevar reformas concretas para dar soluciones a esta problemática. De nuevo en 1966 se encarga al arquitecto Enrique Bonilla la construcción de un plan interior que remodelara por completo la calle Bernabé Soriano y el barrio de San Ildefonso. A diferencia de los antiguos planes urbanos, en este proyecto se eliminan plazas y bifurcaciones aledañas y se crea un único vial que conectaría directamente la calle Bernabé Soriano con la Carretera de Granada, manteniendo la construcción de soportales a lo largo del recorrido de la nueva vía para aumentar la fluidez del tráfico y potenciar la actividad comercial.
Plan General de Ordenación Urbana y PROBERSO (1971): En este nuevo Plan General de Ordenación Urbana se sigue la estela del plan elaborado por Enrique Bonilla cinco años atrás con la salvedad de que se construyó un nuevo plan de alineaciones para el barrio de San Ildefonso, a fin de una mejor relación con la nueva vía y avenidas cercanas. Por primera vez, se inicia la construcción de dicha ampliación en el actual Portillo de San Jerónimo a través de una sociedad constructora conocida como PROBERSO (PROlongación de BERnabé SOriano).
En 1978 se termina esta primera fase del proyecto con enorme éxito, aunque con la llegada del primer gobierno democrático el plan de ampliación queda suspendido y nunca más se planteó la reanudación del mismo.

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