La zona residencial del Puente la Sierra es una zona residencial, antigua
zona de huertas, que se encuentra situada a la entrada de la Sierra de Jaén o
Sierra Sur, en pleno camino prehistórico de Granada.
El motivo por el que se conoce a la zona con este nombre se debe a un
antiguo puente de madera del siglo XVIII que tenía que ser reconstruido cada
vez las riadas arrasaban con él, en el vado de Lérix, lugar donde nace el río
Jaén. En concreto se construyeron hasta cuatro puentes diferentes en 1801,
1816, 1829 y 1847, este último de mármol negro extraído de la Cantera de San
Cristóbal.
Cerca de este puente existía una antigua dehesa que abastecía de leña y
carbón a toda la ciudad, sin olvidar los pastos de la sierra, la caza, la nieve
y demás recursos que acumulaba grandes rentas para el consistorio.
A mediados del siglo XIX Don Juan Francisco de Martos levantó un puente
privado y una ventilla junto a este, conocida como “El Portazgo”, donde el
empresario cobraba un peaje por usar este bien. Por este motivo, en 1899, se
decide construir un puente público, que sobrevive en la actualidad, aunque doce
años más tarde el Ayuntamiento buscó conseguir del propietario del Portazgo del
Puente de la Sierra, la cesión de propiedad del mencionado puente, con el que
había llegado a un acuerdo de adquisición del mismo por valor de 1.500 pesetas
de la época.
De todos modos, este no es el único que se construyó por la zona, ya que
existe otro puente conocido como el Puente del Quiebrajano, en honor al pantano
que abastece de agua la ciudad. Además, por la zona cuenta con varias caserías
como las de Santa Isabel, la de Jesús o la de los Naranjos; varios molinos,
como el de los Martos, la Reina o los Cañones, e incluso una iglesia bajo el
nombre de Nueva Santa Cristina y una ermita dedicada al Cristo de la Asomada,
desde la que parte una romería el domingo siguiente al día de San Juan.
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