El Puente Jontoya es un barrio residencial de
la capital del Santo Reino, en pleno camino hacia el municipio de La Guardia de
Jaén y que se extiende por la vega del río Jaén, continuación del barrio
residencial Puente de la Sierra. El nombre se debe al constructor Manuel Jontoya
Taracena, empresario que adquirió el Molino del Alguacil, cercano a la zona, y que
lo convirtió en una fábrica de harinas.
Diputado y senador por parte de Jaén, este
liberal, dueño también del Palacio de los Covaleda Nicuesa, situado dentro del
casco histórico de la capital del Santo Reino, consiguió que el ayuntamiento
construyera en 1863 un puente metálico, con el fin de facilitar el paso a
hortelanos, viajeros y porteadores de su fábrica de harinas.
Años después de su fallecimiento, en 1895, un fuerte
temporal destruyó el puente. Sin embargo, el nuevo dueño de la fábrica de
harinas, don Fidel Álvarez Ochoa, reconstruyó el puente metálico dos años más
tarde, corriendo años más tarde la misma suerte que el anterior, para acabar
construyendo en la zona un puente de hormigón.
Ya en los años setenta del siglo anterior, los
hortelanos de la zona vendieron sus terrenos a particulares, lo que propició que
muchos jiennenses lo utilizaran como fines vacacionales como se sigue
utilizando en la actualidad, en la que se estima que un total de 3000 personas
viven por esta zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.