viernes, 13 de septiembre de 2019

De puentes: Puente Jontoya



El Puente Jontoya es un barrio residencial de la capital del Santo Reino, en pleno camino hacia el municipio de La Guardia de Jaén y que se extiende por la vega del río Jaén, continuación del barrio residencial Puente de la Sierra. El nombre se debe al constructor Manuel Jontoya Taracena, empresario que adquirió el Molino del Alguacil, cercano a la zona, y que lo convirtió en una fábrica de harinas.

Diputado y senador por parte de Jaén, este liberal, dueño también del Palacio de los Covaleda Nicuesa, situado dentro del casco histórico de la capital del Santo Reino, consiguió que el ayuntamiento construyera en 1863 un puente metálico, con el fin de facilitar el paso a hortelanos, viajeros y porteadores de su fábrica de harinas.

Años después de su fallecimiento, en 1895, un fuerte temporal destruyó el puente. Sin embargo, el nuevo dueño de la fábrica de harinas, don Fidel Álvarez Ochoa, reconstruyó el puente metálico dos años más tarde, corriendo años más tarde la misma suerte que el anterior, para acabar construyendo en la zona un puente de hormigón.

Ya en los años setenta del siglo anterior, los hortelanos de la zona vendieron sus terrenos a particulares, lo que propició que muchos jiennenses lo utilizaran como fines vacacionales como se sigue utilizando en la actualidad, en la que se estima que un total de 3000 personas viven por esta zona.


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