Antonio Lara de Gavilán, más conocido como Tono, fue un relevante humorista,
dibujante y escritor español perteneciente a la llamada otra generación del 27. Trabajó en diferentes revistas
humorísticas como Buen Humor, Gutiérrez, la Ametralladora, La Codorniz o Don José, entre muchas otras. También fue
conocido como autor teatral tras haber escrito comedias con cierto toque
astracanesco, ultraísta y surrealista.
Don
Antonio de Lara nació en Jaén un 22 de septiembre de 1896. Desde muy joven se trasladó a Cuenca y luego a Valencia donde realiza sus
primeros trabajos periodísticos. En 1912 publicó algunos dibujos en los
semanarios La Traca y El Guante Blanco. Tres años después
pasa a trabajar en la redacción del periódico guipuzcoano La Voz de Guipúzcoa, pero pronto se mudaría a Madrid donde colaboraba con sus dibujos, como ilustrador y portadista, en los semanarios La Esfera, Nuevo Mundo, Mundo Gráfico y Buen Humor. Fue entonces cuando adquirió el seudónimo de Tono.
En
1919 debutó como dramaturgo al estrenar la revista teatral Sueño de opio en el teatro Petit
Casino de Madrid. De esta obra se decía que era absurda, sin más objeto que
exhibir setenta trajes, con un decorado arbitrario y una música
encantadoramente frívola. A partir de este trabajo, su producción se centró en
la creación artística y humorística, donde adquirió cierto reconocimiento
internacional.
En
1924 traspasa las fronteras y se traslada a París, donde residirá hasta 1930, y en donde conoce al mítico Luis Buñuel con el que entablaría amistad. Allí se casó con Leonor Ornstein Trapote con la
que tuvo una hija, Ana Rosa.
En
los años treinta cambia de residencia para trasladarse a Hollywood, donde estuvo hasta junio de 1931 realizando trabajos de escenografía. Allí se
convirtió en el guionista mejor pagado ya que llegó a recibir hasta 10 000
dólares por un solo chiste. De vuelta a España, colaboró en la revista Algo y en periódicos y revistas como Crónica. Además, continuó colaborando
en los estudios cinematográficos Chamartín.
Durante la Guerra Civil fundó, en el San Sebastián franquista y con Miguel Mihura, el semanario humorístico La Ametralladora, a la vez que colaboraba con Unidad y en Vértice, donde se encarga de la
dirección artística.
Durante
el periodo bélico su colaboración con Mihura es muy grande. Escriben y estrenan
varias obras de teatro como Ni pobre
ni rico, sino todo lo contrario llegando, una vez acabada la contienda,
a realizar una película titulada Un
bigote para dos. En 1941 La Ametralladora daría paso a La Codorniz, con la que obtendría una inmensa popularidad. Ese mismo año funda la revista Cámara.
Continuó colaborando con revistas y periódicos como Semana, Blanco y Negro, Arriba y ABC durante los años cuarenta. Su producción literaria, sobre todo la teatral, se incrementa,
consiguiendo premios como el Mingote, la Paleta Agromán, o el Olivo de Oro por
su sobresaliente trabajo.
Lamentablemente, el 4 de enero de 1978, murió en la capital de España por culpa de una infección respiratoria, justo cuatro meses después de que lo hiciera su gran amigo Miguel Mihura.
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