viernes, 7 de diciembre de 2018

Paraje de Otíñar III: La Parroquia



Desde el siglo XIV consta la existencia de una iglesia en pleno paraje de Otíñar, con la condición de parroquia rural. A partir del XVI, ésta se extinguió, agregándose sus obligaciones a la de El Salvador, en el Castillo de Jaén. Con el tiempo, al fundar don Jacinto Rojo su señorío, se edificó una capilla bajo la advocación de Santa Cristina, bendecida por el Gobernador Eclesiástico el 24 de julio de 1831. Dicha iglesia quedó agregada a la parroquia de El Sagrario, que designaba un coadjutor para su servicio. Para evitar el penoso desplazamiento a Jaén, esta se la dotó del correspondiente Cementerio Parroquial.
El crecimiento experimentado por la aldea permitió que en el mes de febrero de 1893 naciera la parroquia de Santa Cristina, con jurisdicción y término propio, aunque el correspondiente decreto y delimitación de feligresía se firmó el 23 de junio. El primer párroco fue don Juan Antonio Cobo Jimeno y el primer obispo en visitarla fue don Victoriano Guissasola, quien realizó dos visitas pastorales. Para acoger su sede, simplemente se restauró la antigua iglesia.
Su fábrica era bastante sencilla. Al exterior se encontraba coronada por una espadaña y por unos pináculos, mientras su puerta era de clavazón. Poseía una sola nave, y como signo propio del señorío, se comunicaba directamente con la casa de los señores a través del presbiterio, el cual se separaba de la nave mediante un escalón y una baranda de madera. El templo disponía de sitiales para los señores en el presbiterio y privilegio de sepultura. Allí fueron enterrados don Jacinto Cañada, doña Rafaela y don Francisco Callejón Ruiz, doña María Juana Nieto, doña Concepción, doña Ángeles y doña María del Carmen Martínez Nieto y don Juan de la Cruz Martínez.
Fue dedicada a Nuestra Señora de las Mercedes, imagen a la que estaba dedicado el retablo que presidía el altar, acompañada por dos imágenes del Corazón de Jesús y el Corazón de María. En su honor se fundó la Cofradía de Nuestra Señora de las Mercedes, cuyos estatutos renovados se aprobaron el 3 de diciembre de 1921. Completaban la ornamentación interior un lienzo de gran tamaño con la representación de las Ánimas del Purgatorio, un tapiz con el tema de Tobías y el Ángel, lienzos con las imágenes de Nuestra Señora del Carmen, Santa Teresa, un apostolado, dos escrituras de San Francisco de Asís y Santo Domingo, y un relicario de Santa Rita.
El 25 de junio de 1959, el obispo Félix Romero Mengíbar efectuó la última visita pastoral a la parroquia, administrando el sacramento de la confirmación. Poco después comenzó la decadencia de la parroquia, que tuvo como último acto sacramental un entierro el 9 de marzo de 1963. A comienzos de 1971 se arruinó la sacristía, y ya muchos actos se celebraron en la capilla del Puente de la Sierra.
Por este motivo la sede parroquial se trasladó hacia este último aunque conservara la titularidad de parroquia de Santa Cristina la iglesia original. Hasta su archivo parroquial tuvo que ser integrado en el Archivo Histórico Diocesano. Con el abandono de la aldea, el templo sufrió un expolio y saqueo, dispersandose su exiguo patrimonio artístico. Algunas piezas pudieron salvarse, estando expuestas hoy en el Museo de Artes y Costumbres Populares, sita en el Palacio de Villadompardo.

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