viernes, 7 de septiembre de 2018

El Camino Mozárabe de Santiago en Jaén

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8zZnnz2sgfTc5YKQSdwbsaa2yUslXX6CON588aN4JynuqUGd7M02awbjMhwU0MQh8r78NmwJc-gdwaToKcgOKqlg1mmslYPamktwwFqY5RYvtmsOI86FjlKBMXYpw8A8UwYYMOdy4bTk4/s1600/DSC03092.JPGLlamamos Camino Mozárabe a aquel recorrido que los mozárabes del sur peninsular realizaban en peregrinaje hacia Santiago de Compostela, y que se une a la Vía de la Plata en la localidad extremeña de Mérida. Pero para situarnos en el tiempo cabe recordar que los mozárabes eran cristianos que durante la Edad Media vivían en territorio bajo dominio musulmán, conservando a pesar de las dificultades buena parte de sus costumbres y cultura hispanas.


La ruta principal del camino comienza en la Catedral de Granada hasta Mérida pasando por Córdoba. De ésta, tres ramas se unen a la ruta principal. Jaén capital es el inicio de una de las ramas que une la ciudad con la localidad de Alcaudete, pasando por Torredelcampo, Torredonjimeno y Martos.


La ruta comienza en la plaza de Santa María, a los pies de la Catedral de la Asunción de María. En el pavimento de la plaza, enfrente de la puerta de la catedral que guarda San Miguel, se puede apreciar una baldosa que indica el principio del Camino Mozárabe de Santiago. Si se introduce al interior de la catedral, es recomendable llegar hasta la capilla de Santiago, en un lugar de honor en la cabecera junto a la Capilla Mayor. Otro sitio recomendable para visitar es debajo de la preciosa cúpula, pues en una de sus cuatro pechinas está el relieve de Santiago a lomos de su caballo. Estos detalles indican la importancia que a Santiago se le da en la catedral, teniendo incluso dedicados a él dos asientos del magnífico coro.


Saliendo de la catedral la ruta continúa por la calle Maestra, eje principal de la antigua ciudad. En su inicio, en la fachada de la cofradía de Nuestro Padre Jesús, está la plaquita de llamativo color que confirma el camino. En su final se encuentra el antiguo palacio del Condestable Iranzo, personaje de gran importancia para Jaén y Castilla por aquellos años del siglo XV que vió el reinado de Enrique IV y la transición hasta el mandato de los Reyes Católicos. El palacio pasó a ser tras los siglos el Casino Primitivo de la ciudad y ahora alberga el Palacio Municipal de Cultura, conservando tanto parte del edificio original, como unas arcadas del patio y un salón mudéjar.

Al lado de la fachada que da a la calle Maestra existe una bifurcación en cuya esquina está un detallado panel del Camino Mozárabe que incluye todas las poblaciones de la ruta, un plano con el recorrido por la ciudad y una breve descripción de este.


Tomando la calle Madre de Dios, en lo alto de esta corta pero empinada calle, se encuentra el edificio monumental Arco de San Lorenzo. Este arco es lo que queda de la desaparecida iglesia de San Lorenzo, y para salvarse fue declarado monumento nacional en 1877. Junto a él existe otra placa que señala el camino por la calle Almendros Aguilar. Dicha calle fue antaño señorial con grandes casonas de las que ahora poco queda.


En la plaza de Santiago existió una iglesia con el mismo nombre derrumbada en el siglo XIX. Fue un templo cabeza de una parroquia y que tenía su importancia debido a su relación con los santiaguistas. De la antigua iglesia queda un muro lateral que da a la calle Almendros Aguilar, muro que guarda parte de la cripta de la antigua iglesia y que se convirtió en refugio de la Guerra Civil.


Continuando por la calle Almendros Aguilar se llega a la plaza de San Juán, dominada por la iglesia de San Juan Bautista con su Torre del Concejo. Del templo gótico original no queda mucho, pero sus trazas están ahí con sus arcos apuntados, y la dicha torre medieval sigue señalando la hora oficial de la ciudad.


En la primera esquina de la plaza se encuentra la indicación de que se debe bajar por la calle San Juán para llegar a la calle Martínez Molina. En este tramo se continúa la marcha hasta el palacio del Conde de Villadompardo, con su grande y sobria fachada que esconde un bello patio renacentista. En sus cimientos, los Baños Árabes del siglo XI, los más grandes de los que existen en España y muy bien conservados.


En la plaza Santa Luisa de Marillac se encuentra la fuente compuesta por una oca que lucha con una serpiente que intenta morderle el cuello. De hecho, esta plaza se la conoce popularmente como la plaza del pato. Si se continua por la calle Santo Domingo, dirección hacia la Magdalena, se podrá apreciar la fachada principal del convento de Santo Domingo, en realidad de Santa Catalina. Al fondo de la calle se puede apreciar el emblemático barrio de la Magdalena y caminando hacia su emblemática plaza, si se gira a la izquierda, se puede apreciar el monumento del Lagarto de la Magdalena. Un famoso lagarto que en realidad era un esotérico dragón.


Avanzando un poco se contempla la iglesia de María Magdalena con su torre coronada por un campanario octogonal. A unos pasos, enfrente de la iglesia, se encuentra el imponente Raudal de la Magdalena, alrededor de la cual se fundó la ciudad en época romana, quizá antes, pues seguramente dicho raudal ya era importante y sagrado para los íberos.


Dejando este lugar para seguir el camino, una nueva placa indica que el recorrido continúa por la calle Magdalena Baja para llegar a la calle de la Puerta de Martos, lugar donde se situaba la salida hacia la localidad marteña con su famosa puerta que lamentablemente fue derrumbada.


A partir de este punto, el casco antiguo se acaba, la vieja ciudad se terminaba, y hasta aquí termina el camino por la capital del Santo Reino, buscando localidades vecinas hasta llegar a la ciudad gallega de Santiago de Compostela.

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