viernes, 14 de septiembre de 2018

Guerra civil en Jaén I: 1 de abril de 1937

La Guerra Civil Española fue un conflicto bélico iniciado en 1936 como fracaso del Golpe de Estado que los militares ejecutaron contra el gobierno de la II República. Durante el conflicto, Jaén se posicionó a favor del bando republicano, lo que provocó que el bando dirigido por Francisco Franco ejecutara una auténtica matanza meses después. Un ataque contra la población republicana desguarnecida de toda defensa, ya que en la ciudad no existían ni regimientos ni fortificaciones dignas de ser objetivo militar estratégico.


El 1 de abril de 1937 a las 17:22, los relojes de la capital se pararon al paso de cinco trimotores de la legión cóndor nazi que estaban al servicio del general Franco. Bajo las órdenes del general Queipo de Llano, las avionetas entraron por Jabalcuz para cruzar el entorno de la plaza de San Ildefonso, plaza de la Constitución y calle Federico Mendizábal, arrojando bombas que causaron 158 muertos y más de 300 heridos, un sesenta y cinco por ciento de ellos mujeres y niños.


En un principio se contabilizaron 130 víctimas, que ascendieron a 158 tras los trabajos de desescombro que se realizaron, ya que el bombardeo provocó que muchos edificios estuvieran destrozados.


En la plaza de San Ildefonso, las casas frente a la iglesia fueron destruidas por completo. De hecho, aún se puede apreciar impactos de bala en la fachada principal de la Basílica Menor e incluso las piedras blancas o parches de cemento que se tuvieron que colocar sobre las mismas para tapar los agujeros que provocaron las bombas.


En la calle Federico Mendizábal, esquina con la calle Roldán y Marín, un grupo de personas esperaba en la puerta de la tienda de abastecimientos de petróleo y carbón cuando uno de los proyectiles cayó sobre ellos, provocando la muerte de 22 personas. Muchos ancianos aún recuerdan el cuero cabelludo de las trenzas de una niña pegadas en el antiguo edificio de telefónica en ese mismo lugar.


Por desgracia, en el cementerio de San Eufrasio se vivieron las imágenes más terroríficas y esperpénticas que haya vivido nunca la capital del santo reino, con multitud de miembros amputados y cuerpos desmembrados amontonados cerca de las tumbas. Tal era la situación que en la actualidad existe un mínimo de doce personas enterradas sin identificar por el esparcimiento de sus restos.


Aquel crimen de guerra desató una matanza posterior en represalia por el bombardeo por parte de milicianos armados, sindicalistas, representantes políticos y el pueblo en general ya que necesitaban venganza. Durante los días 1, 2, 3, 4, 5 y 7 fueron sacados de la cárcel los presos de derechas que estaban encarcelados en la catedral para llevarlos al cementerio de Mancha Real sin juicio alguno. 130 derechistas fueron fusilados sin formación de causa porque ciento treinta fueron las víctimas contabilizadas esos días.


Mientras los derechistas eran fusilados, los arquitectos del ayuntamiento y la diputación empezaron a diseñar hasta un total de seis refugios antiaéreos de forma inmediata por sí Jaén sufría un nuevo ataque. En aquella época Jaén estaba muy masificada de habitantes al acoger a miles de evacuados que huían de pueblos como Santiago e Higuera de Calatrava, Arjona, Arjonilla y de todos los pueblos próximos al frente, lo que hizo que las casas de los ricos fueran incautadas para acogerlos. Eso provocó que la capital se quedara sin abastecimiento público y aumentara la hambruna y la miseria.


Aquella ciudad alegre y llena de vida de los años treinta se convirtió en una ciudad triste y oscura con innumerables edificios destruidos, calles llenas de escombros, muchísimos heridos, enfermos, hambruna, miseria, escasez de abastecimientos públicos… Una ciudad fantasma sumida en un auténtico caos.

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