La iglesia era de una sola nave y se situaba en lo que hoy son los números 2 y 4 de la calle San Lorenzo. Destacaba por sus tesoros artísticos, entre ellos un retablo de Ánimas, una tabla de Santo Domingo y San Bartolomé de la Cuesta y el legendario lienzo del Cristo de las Injurias, todos ellos depositados actualmente en la cercana iglesia de La Merced, salvo este último que ha desaparecido.
La capilla está cubierta de bóveda de ladrillo, en cuyo centro hay un colgante de yesería del que engancha una lámpara votiva. Toda la pared de la capilla está cubierta por un zócalo de alicatado mudéjar de gran valor artístico. Sobre el altar hay un nicho de arco rebajado que alberga un crucifijo sobre fondo de damasco rojo. Este nicho está decorado con fina yesería mudéjar que recorre a manera de festón todos los paneles de azulejos. En los dos laterales de la entrada hay una inscripción en letra gótica que dice: Esta capilla de Jesús Nazareno es.../...del Hospital de la Madre de Dios.
La tradición dice que aquí se veló el cadáver de Fernando IV el Emplazado, fallecido en Jaén el 7 de Septiembre de 1312, aunque este hecho podría no ser cierto por las reducidas dimensiones de la capilla para albergar un hecho tan significativo.
Otro hecho destacado que pudo suceder en San Lorenzo fue el bautizo el 6 de julio de 1555 de Maximiliano de Austria, primo del emperador Carlos I, que llegó a ser obispo de la diócesis de Santiago.
En el año 1969 el arco fue restaurado bajo la supervisión del arquitecto Luis Berges Roldán para, posteriormente, en el año 1981, ceder el monumento a la asociación Amigos de San Antón por parte de la Dirección General de Bellas Artes.
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