![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu5Hnf7dc3nqrDOT31S2Cbdab14uYEFVItJoqVF7OKsybbmMa_8kkt22lISklwd9JKtIEI-SXzO8SWamFEVxDLH3secEtjo31HbWfVB8g1_h3yny8OTDZ7Mv3KjfsGCBXB1bq2H3Al9K6s/s320/1.jpg)
Al parecer, las primeras
noticias de las aguas termales de Jabalcuz se remontan a un acta
capitular fechada el 13 de julio de 1594, en la que el cabildo municipal solicita sea estudiado el proyecto para la construcción de unos baños. En 1600
se redacta una nueva acta en la que se asignan importantes partidas
económicas para la compra de terrenos, que desde ese año y hasta 1870
serán de propiedad municipal.
No obstante, la historia del desarrollo urbano de la zona como lugar de esparcimiento de la ciudad de Jaén se inicia en 1781
cuando el Ayuntamiento construye un amplio camino carretero que une la
ciudad al paraje desde la actual Glorieta
Lola Torres. Dicho camino, que correspondía con una antigua cañada
real, transitaba desde el salto de agua denominado ojo de buey siguiendo
el arroyo del Balneario por Valparaíso. Dentro de la misma iniciativa,
la administración local ampliaría los antiguos baños con un edificio
independiente para mujeres, quedando el primitivo, que los textos citan
como de mampostería de buena fábrica y cubierta abovedada, para los
hombres.
El cambio decisivo ocurre a partir de 1846,
cuando el municipio, propietario del baño y edificios de la plaza
principal, dota al balneario de dirección médica y lo adapta dos años
después al régimen sanitario nacional. Debiendo ser reformadas sus
instalaciones, los nuevos proyectos fueron planteados según el gusto del
romanticismo decimonónico. Se erige también una residencia para médico y
bañero en la plaza principal y, junto al camino a su paso por la
Casería de Jerez, una hilera de casas para bañistas y un nuevo baño que
van a recibir la misma denominación que la histórica heredad.
En 1870
se subasta públicamente el balneario, que contaba con el
edificio de los baños y el edificio de la casa del médico-director y el bañero
(posteriormente habilitado para casino). En 1884 se reforma y acondiciona en su totalidad el edificio balneario. El nuevo edificio es de mampostería con planta en forma de U. Posee dos
plantas más sobrado, la baja destinada a baños y las superiores a fonda.
Hoy enfoscado en cal, originalmente su fachada principal presentaba la
planta inferior con aplacado de piedra y la superior con ladrillo visto,
con sillares reforzando las esquinas. Mediante una pasarela, conectaba
la planta primera de hospedería con un edificio próximo, destinado a
casino y servicio de correos y telégrafos, de exclusivo funcionamiento
en los meses de verano. El balneario y fonda constituyen el inmueble de
mayor presencia arquitectónica del conjunto, expresión de su
centralidad, presidiendo la plaza y camino en su frente. La nueva imagen
que ofrece el conjunto permite que en la Exposición Universal de Barcelona de 1888, sus aguas mineromedicinales reciban la medalla de plata.
Durante el siglo XX Jabalcuz asiste a la cancelación de la construcción de un tranvía eléctrico que lo uniría
con Jaén, y el gran estudio de reforma en 1925 de Antonio Flórez Urdapilleta, del cual sólo
llegarían a materializarse los
jardines de Jerez y un casino-restaurante anejo gracias a su
construcción anterior.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2aQlJcpq9-wRJaRUCDKq81et-_xWEw9R4Hu8brstQOSIVzNri2z9DEKGfclpMaVperSt4zBztqOk_zX_fqgY31TGbtVT40LLkZnIB8_FT6qi8r0b3pWVwJjtpmyLDw8k_7TzdEQITC0cZ/s1600/IMG_0365.jpg)
El paseo inferior está ordenado en torno a una plaza central con una
fuente circular también de rocalla coronada por una escultura del
Espinario. A partir de ella se desarrolla un laberíntico diseño de setos
que dirigen a cenadores, parterres de flores y quioscos. En un lateral y
con acceso directo, el casino-restaurante haría también las veces de teatro. Por último, a los pies del paseo, se conservaría e incorporaría un
centenario bosque de pinar perteneciente a la anterior quinta de campo
(Casería de Jerez), al que se accedía a través de un escarpado sendero
que da paso a esta zona de mayor recogimiento, que encierra una cascada
con amplio estanque.
Las décadas de 1930 y 1940 pueden considerarse las de mayor esplendor
del conjunto, especialmente para la sociedad burguesa de las provincias
cercanas. En el transcurso de la Guerra Civil, se instaló en el paraje una colonia refugio para escolares y en diciembre de 1937
se habilitó una escuela rural, anexa a una nueva iglesia erigida tras
la ruina de la ermita. Escuela e iglesia ocuparon el espacio de las
antiguas casas de Jabalcuz, contiguas al edificio balneario.
Durante los años 50 la actividad se mantiene, enfocada casi
exclusivamente a bañistas de Jaén y provincia, que acuden a comer en los
ventorrillos, y de veraneo en las diferentes casas de alquiler,
atraídos además por una conveniente oferta cultural de cine, teatro y
verbenas estivales. Hasta el fallecimiento en 1972 de la marquesa de Blanco-Hermoso, se sucedieron algunos proyectos de reforma que, aunque escasos,
alargaron durante años la vida del balneario.
En 1982,
sus herederos, conscientes del evidente declive, definitivamente
procedieron a su venta a una empresa promotora. No obstante, jardines
—aún a pesar de su progresivo abandono— y ventas ampliarían la memoria
del paraje unos años más, destacando la casería del Ventorrillo y la
popular abacería de María "La Guarra".
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