![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3rYUutU5pGWXhSQr5EQLMuMUWHwj5ANYkZ84m2A1OO6_E-gap9Tbkm-ndblC-WA0wp66VMiopA2pnO7sCnNLpGU86C7HUq8v7Rjm_pVfGDRhBDHR_lUlJ1ma9sIGm_7KtrcxVorzSPRlt/s320/1.jpg)
Una
vez se accede al yacimiento, primeramente, se puede visitar el Centro de
Interpretación ubicado junto al parking. A continuación, se accederá al
conjunto arqueológico por la conocida Puerta del Sol, una puerta monumental, de
principios del siglo IV a.C. y orientada hacia el este. Durante los equinoccios
de otoño y primavera la luz del amanecer atraviesa la puerta e ilumina con los
primeros rayos la figura de la diosa que se localizó junto a la puerta. Un
ritual ancestral relacionado con la fecundidad de la naturaleza, la vida y la
muerte, la riqueza y quizás el amor.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv_Jfe1McZwajphxA1hByyaxqFXyY4PY2HogHVB1b6OyzZOp0A-xfxFBewGwaIk6VVZU6KJWxMkNyd5fb-W3Vkfx-3y70zQcOrv2GMSFmWSNwXeVG1vdV4UKFLyF0f0FbCsyDjUQaoYEQ1/s320/2.jpg)
El
urbanismo de la ciudad se configura en una retícula cuadrangular entre calles
paralelas que discurren a todo lo largo de la meseta del oppidum. En uno de los
extremos encontramos el palacio del príncipe íbero, con grandes habitaciones de
recepción, patios porticados, grandes cuadras, almacenes, hornos, e incluso una
bodega y almazara.
El
asentamiento del Cerro de la Plaza de Armas de Puente Tablas es un clásico
oppidum íbero. Sin embargo, la imagen que ofrece el lugar es producto del
proceso seguido por las obras de construcción realizadas por la comunidad que
lo ocupó durante un largo período de tiempo. La historia de este proceso se
inició a finales del siglo IX a.C. cuando una comunidad decidió instalarse en
la vaguada existente entre dos colinas calcáreas localizadas en línea perpendicular
al río Guadalbullón, afluente del río Guadalquivir.
Se
ha podido saber que existieron al menos dos tipos de cabañas, construidas con
barro y materia vegetal sobre zócalo de tierra, unas pequeñas, semiexcavadas en
la tierra y construídas con materiales perecederos, y otras de mayor tamaño y
con zócalo de piedra y que acumulaba muchas más funciones de tipo doméstico.
En
el siglo VII a.C. el proceso hacia la nucleación poblacional se aceleró enormemente
en Puente Tablas, puesto que el doble sistema de cabañas fue sustituido por la
casa de paredes rectilíneas y con compartimentación interior. De hecho, la
fecha de la construcción del parámetro más antiguo de la fortificación debió de
producirse en la primera mitad del siglo VII a.C., ya que en su base todavía
son dominantes los materiales a mano y en la fase inmediatamente posterior se
documentan la cerámica a mano pintada tipo “Real” y las primeras producciones a
torno de fabricación seguramente externa.
En
el siglo VI a.C. se continuó con la misma técnica constructiva si bien ya no se
levantó pared en talud, porque la sedimentación que se había producido al
enterrar gran parte de la fortificación de un siglo antes había procurado una
auténtica cimentación. En Puente Tablas no se construyó ni una sola estructura
extramuros.
El
poblado tendría entonces cuatro zonas diferentes. En un extremo de la meseta se
dispuso una zona de funcionalidad colectiva. La segunda zona se dispuso en la
parte central de la meseta y en ella se ha documentado un trazado de calles
paralelas, que delimitarían en su centro una manzana de casas separadas por un
muro medianero paralelo a las calles. La tercera zona se extendió en el otro
extremo de la meseta separada del núcleo de manzanas por un área amplia que no
muestra restos de ocupación de esa fase. En realidad, la zona corresponde a una
de las dos colinas en torno a las cuales se produjo la aglomeración aldeana. La
última zona del urbanismo se dispuso a intramuros de la fortificación en los
dos laterales más largos de la meseta.
Durante
los siglos V y IV a.C. se produce en Puente Tablas una auténtica revolución
urbanística, cuyo actual estado de conservación se convierte en referencia
extraordinaria de la Historia de los Íberos. La reorganización producida a partir
de mediados del siglo V a.C. mostraba los cambios necesarios que debían
proyectarse para adecuarse a la nueva situación de nucleación absoluta.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiF5zw4lYMNJy2OijEqvjRhNCRNZpaEDxGVZTdhGfBnYu6LBNL4ejlB2Y-6HSKqVafGAzMh_Y7XLYmwnZrM7TLC1807bmq05ohYrA3Uxelv5TwHQHKwwroefm6n2UoFgdXwZfU8q_9FOOfq/s320/4.jpg)
Por
lo demás las casas de Puente Tablas siguieron las pautas que caracterizaron la
casa íbera en todo su ámbito cultural, desde el sur de Francia hasta el Bajo
Guadalquivir: Planta cuadrada o rectangular con compartimentación interna,
zócalo de piedra, pared de tapial o adobe y cubierta plana de materiales
vegetales y de barro por la ausencia de la teja, que vendrán algún tiempo
después como un emblema de los romanos.
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