viernes, 5 de abril de 2019

Real Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza


Resultado de imagen de virgen de la cabeza iglesia de la merced jaenTiene su origen canónico en la reorganización efectuada en 1931. No obstante, sus orígenes datan de la primera mitad del siglo XVI, concretamente del año 1526, aunque a través del tiempo tuvo periodos de inactividad y sufrió diversas reorganizaciones. De hecho, la cofradía debió gozar de cierto predicamento en la capital del Santo Reino pues hay constancia de que a ella pertenecieron los arquitectos Andrés de Vandelvira y Francisco del Castillo y el rejero Pedro Hernández.

Está establecida su sede en la parroquia de Nuestra Señora de la Merced, antiguo convento del mismo nombre, donde dispone de capilla propia, aunque se dice que pudo estar depositada en sus inicios en la desaparecida ermita de San Nicasio, en los ejidos de Belén, para después pasar a la desaparecida también ermita de San Cristóbal, en el espacio que hoy ocupa el Auditorio Municipal.

La hermandad, además de costear sus fiestas y actos de culto propio de aquella época, disponía de bienes propios, entre los que sobresalía un nutrido rebaño. La hermandad, además de costear sus fiestas y actos de culto propios y atender al entierro de los cofrades, llegó a disponer de un hospital con veintidós camas, abierto en una casa de la calle Magdalena Baja.

Debió ser cofradía con desahogado patrimonio, pues tenía dotadas fiestas en las parroquias de San Ildefonso, San Bartolomé, Santiago, la Catedral y Misas en el convento de San Francisco y ermita de San Nicasio.

Lo solitario del lugar en que se hallaba enclavada la ermita de San Cristóbal y el jolgorio que aparejaba el preámbulo de la romería abrileña, dieron lugar a sonados escándalos públicos a los que no conseguían poner remedio ni la autoridad civil, ni la eclesiástica. Tal era el conflicto que existía que en 1625 la ermita de San Cristóbal tuvo que ser cedida a los PP. Capuchinos, que allí abrieron su convento bajo el título de Nuestra Señora de la Cabeza, al que pronto el propio obispo agregó una casa-hospedería.

En 1648, tras varios enfrentamientos entre cofrades de la hermandad y los monjes capuchinos, la cofradía acaba trasladándose a la Basílica Menor de San Ildefonso, desapareciendo allí años después. En 1732 volvió a reorganizarse adoptando el título de Devota Cofradía y Santa Hermandad de Esclavos de la Soberana Reina y Nuestra Señora de la Cabeza, volviéndose a establecer en el convento de los capuchinos. Esta nueva hermandad costeaba los entierros a los cofrades aplicándoles además doce misas. Mayoritariamente estaba formada por personas humildes, no admitiéndose personas de cierta relevancia.

Con el comienzo de la segunda mitad del siglo XVIII la cofradía volvió a caer en decadencia, si bien siguió activa en San Ildefonso hasta al menos 1772, fecha en que el Consejo de Castilla prohibió que las hermandades de gloria acudiesen al Cerro, proponiendo su disolución. En 1789 volvió a reorganizarse, pero esta reconstrucción duró poco ya que años después, con motivo de la Guerra de la Independencia, el convento de los capuchinos fue desmantelado.

A finales del siglo XIX volvió a producirse la enésima reorganización, alcanzando cierto brillo en la última década de siglo. En esta nueva etapa la cofradía, como muchas hermandades de Gloria, prácticamente carecía de organización formal. En agosto de 1924 la hermandad quedó radicada en la parroquia de San Bartolomé, trasladándose al convento de la Merced, a la sazón regido por los Padres Claretianos.

La imagen actual, similar a la venerada en el Real Santuario del Cerro del Cabezo, es obra del escultor toxiriano José Miguel Tirao Carpio, bendecida el 16 de noviembre de 2002, realzándose con aureola de plata realizada en los talleres del orfebre José Lara Rufete. Conserva en su interior los elementos de la imagen anterior, que databa de 1948.

Esta participa en la actualidad en la memorable romería que cada año se celebra en el Cerro del Cabezo, en Sierra Morena, el último domingo de abril.

Con este motivo, el jueves postrero de abril, se recibe solemnemente a la cofradía del pueblo granadino de Colomera en la capital, realizándose conjuntamente un vistoso pasacalle. Al día siguiente, las dos cofradías asisten en corporación, a primera hora de la mañana, a unos actos religiosos de antiquísimo ritual. En la Catedral participan en la Santa Misa, adorando después la reliquia del Santo Rostro. A continuación, visitan en su santuario de San Ildefonso a Nuestra Señora de la Capilla, Patrona de Jaén. Y luego marchan a la ciudad de Andújar, donde se unen a los actos allí organizados, dirigiéndose ya al Cabezo, donde la hermandad dispone de una hermosa casa. Participan en los actos propios de la romería, ocupando el noveno lugar entre todas las cofradías españolas, y el lunes regresan a Jaén haciendo su entrada con un vistoso y colorista desfile.

En las fechas precedentes a la romería, se celebra en la iglesia de la Merced un devoto quinario, a intención de los cofrades y familiares difuntos. Finalizan estos cultos con una fiesta solemne y a la tarde procesión por las calles del barrio. Estos actos van precedidos de un pregón desde 1993.

A lo largo del año se celebran otros actos de culto, entre los que destacan frecuentes viajes al Santuario del Cabezo y Misas en sufragio de los cofrades difuntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.