La creación
del edificio se vio motivado por un incendio que se produjo en la feria de
agosto de 1904, en la caseta de teatro de madera y lona instalada en la plaza
del Mercado. Habría que recordar que Jaén, en aquella época, desde la desaparición
del Teatro Principal, la ciudad carecía de un espacio fijo destinado a este
género, recurriendo a instalaciones ambulantes como la que se calcinó.
Meses más
tarde, la iniciativa privada motivó la creación de la denominada “Sociedad
Anónima Constructora de 1905”, con un capital inicial de 25000 pesetas, para la
construcción del nuevo teatro. La obra, por concurso, fue encargado al
arquitecto malagueño Manuel Rivera Vera, con ayuda del escenógrafo murciano
José Montesinos para el proyecto de la escena.
El 26 de
septiembre de 1907 fue la fecha elegida para la inauguración del Teatro
Cervantes, con la representación de las piezas “Sancho Ortiz de las Roelas”, de
Lope de Vega, y “El Viejo Celoso”, de Miguel de Cervantes, a cargo de la
compañía Jiménez Villagómez.
El exterior
del inmueble fue diseñado bajo los rasgos del estilo modernista, destacando los
ventanales, los arcos, las cornisas o las molduras de la misma. Aunque lo más
destacado era su bóveda, vista desde distintos puntos de la ciudad.
El interior
tenía una capacidad para unas 436 butacas, 136 asientos de palco, 216 de
anfiteatro y 350 en general. El techo estaba decorado con una pintura de gran
formato titulado “Homenaje a Cervantes en el Olimpo”, obra del pintor malagueño
Enrique Vivó mientras que el telón de lujo era copia de un cuadro de Antonio
Gisbert “Don Quijote en la Casa de los Duques”.
Indudablemente
el Teatro Cervantes se convirtió en un referente en la vida social de la
ciudad. Por él desfilaron los actores y compañías más importantes de la época.
A partir de 1927 comenzaron a proyectarse películas de cine, fue escenario de
juegos florales, de algunos recitales o incluso de mítines políticos, como los
que realizó personajes políticos como Blas Infante o Primo de Rivera.
Como
acontecimientos destacables, Federico Mendizábal estrenó en el teatro su obra
“Canto a Jaén”, con música del maestro Emilio Cebrián Ruiz el 19 de octubre de
1933, con tal éxito que se repitió varias veces. Ya en 1937, en plena Guerra
Civil, Miguel Hernández estrenó su obra “El Refugiado”.
Durante los
años sesenta, el edificio sufrió una lamentable reforma afectando a su fachada,
modificándose la esquina de taquillas, levantándose una estructura en la que se
ubicó el restaurante Ideal Bar, y remodelándose la entrada principal, alterando
de forma negativa las líneas modernistas de la obra original.
Su orden de
demolición se dictó en 1972, iniciándose su demolición definitiva en julio de
1975, convirtiendo esta joya arquitectónica en un solar donde se levantó
posteriormente un edificio de pisos.
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