Se
conoce como Transición española al proceso político por medio del cual se deja
atrás la dictadura franquista para dar paso a la democracia regida por una
Constitución. Durante esos años, diversas movilizaciones y protestas colectivas
ayudaron a tener el régimen democrático que la sociedad española, un seis de
diciembre de 1.978, votó a favor para así tener la vida que actualmente
tenemos.
Las
protestas en la ciudad durante los últimos años del franquismo eran leves y de
poca notoriedad. Sin embargo, entre la sociedad se va diseñando una serie de
relaciones que dieron cabida, a principios de los setenta, de asambleas
organizadas en salones parroquiales, colegio universitario, bares… Estos sirvieron
de base para conectar con gremios ligados a la izquierda.
Si
en la capital del Santo Reino y su provincia no se vivieron huelgas y
movilizaciones de calado como en otros puntos de la geografía española, se debe
a que en nuestras tierras existía una nula o escasa organización de producción
industrial. En Jaén, la clase campesina y trabajadora se conformó, con absoluta
pasividad, a las condiciones de vida que les tocaba vivir.
Militantes
de partidos políticos como el Partido Comunista de España, la extrema izquierda
o los sacerdotes obreros, entre otras organizaciones, pusieron todas sus
fuerzas para crear vínculos entre sus vecinos con el que aumentar las
participaciones en las protestas.
Sectores
de la iglesia facilitaron el ingreso en partidos políticos de miembros de su
propia organización y potenciaron la participación de los ciudadanos en temas
tan clandestinos en aquella época como la libertad, los derechos democráticos o
la cultura crítica.
El
Partido Comunista, como oposición más importante de la dictadura, comienza a
organizarse en la ciudad y en otros puntos de la provincia. El régimen franquista
comenzó a verse amenazado, por lo que iniciaron una ola de represiones contra
esta formación tras la aparición, en diciembre de 1970, de propagandas
repartidas por Jaén. La detención de 60 militantes y el encarcelamiento de
algunos de ellos produjo la desaparición momentánea del PCE a principios de
1971.
Al
año siguiente, Juan Martos, Emilio Fuentes, Manuel Monereo y Paco Fuentes,
jóvenes estudiantes del colegio universitario, solicitaron ingresar en el PCE
de Granada, reconstruyéndose el partido en nuestra ciudad, tal y como sucedió
dos años antes. Se recaudó dinero para sufragar despidos, para presos políticos
y familiares, para huelguistas… y se seguían visitando a los comunistas que
seguían en prisión. 1976 marcó un antes y un después en la organización, con la
creación de comités locales y la primera dirección provincial con Felipe
Alcaraz como secretario general.
El
PSOE también empezó a reorganizarse a principios de los setenta tras su caída
definitiva en 1946. Una pequeña célula del partido estaba presente en Jaén y se
encontraba dividida en dos grupos. La primera de ellas estaba comandada por
Alfonso Fernández Torres, mientras que el segundo estaba liderado por Diego
Vadillos. Un grupo de veinte socialistas mantenían contactos y reuniones en la
residencia habitual de Diego Vadillos, constituyéndose allí la constitución de
la agrupación local de Jaén.
La
extrema izquierda, sin embargo, estaba representada por las siguientes
organizaciones: Movimiento Comunista (MC), Autonomía Obrera/Liberación, Partido
del Trabajo de España (PTE) y Organización de la Izquierda Comunista (OIC). En
sus círculos más íntimos, trabajaban por
defender las libertades y la democracia para así conseguir que los vecinos se
unieran a su causa. Se creó la asociación de vecinos PASSO, movimientos
sindicales…
Tras
la muerte de Franco, se celebraron intensamente actos públicos, huelgas,
manifestaciones… Todas ellas fueron protagonizadas por el sector olivarero,
como la salida de tractores en protesta por las guerras agrarias que existieron
por toda España. Buscaban mejorar unas condiciones laborales que el franquismo,
por sus ideales, nunca les quiso dar.
Con
la llegada de la democracia, las asociaciones de vecinos renacieron de sus
cenizas ya que hasta ese momento no se luchaba de manera constante por resolver
los problemas vecinales. Comenzaron con escritos, recogidas de firmas o
campañas de prensa para continuar con manifestaciones, cortes de circulación,
etc. Ya que los partidos ilegales las utilizaron a su antojo, estas
asociaciones se convirtieron en escuelas de democracia de líderes políticos.
En
1976, por primera vez desde la Guerra Civil, el Partido Comunista convoca ante
el Gobierno Civil una manifestación en el que participaron estudiantes del
Colegio Universitario. La institución educativa pagó las multas impuestas a los
estudiantes organizando mercadillos benéficos. Días más tarde se celebró otra
manifestación bajo el lema Amnistía y Libertad.
En
ese mismo año, la actividad del PSOE fue tan vertiginosa que en tan sólo seis
meses pasó de tener 9 agrupaciones locales a 41 en toda la provincia. Cándido
Méndez y Julián Jiménez constituyeron el primer comité provincial.
En
el lado opuesto, la UCD se organiza desde el gobierno Civil, formado por
representantes de importantes sectores productivos y de concejales del régimen
franquista. En noviembre de 1981, el partido político sufre su primera crisis
en la capital, aunque siguiera elevándose el número de afiliados en la misma.
Un año más tarde, el comité local se disolvió al desaparecer UCD a nivel
nacional.
Alianza
Popular reunió una serie de asociaciones políticas que participaron por toda la
provincia, mientras que la extrema derecha también intentó quedarse con un
hueco del arco parlamentario, sin éxito. La población jiennense no podía darle
su apoyo a aquellos que permitieron, durante años, los delirios del régimen
caído.
Esta
fue la época donde los jiennenses expresaron su opinión pidiendo ser
escuchados, buscando respeto y consideración. No querían que cualquier persona
disfrazado de político les dijera lo que tenían o dejaban de hacer. Querían ser
libres y lucharon por ello. Gracias a ellos, tenemos la libertad que
disfrutamos en la actualidad. Donde cada uno puede pensar, amar y respetar como
nunca la historia de nuestro país había hecho.