Fue
creada en 1986, fecha en la que fueron escritos sus primeros estatutos. Fue
erigida canónicamente en la parroquia de Santa Catalina, en la barriada del
Puente de la Sierra, a seis kilómetros de la capital, si bien su sede se
localiza en la antigua ermita de la Asomada, metros antes de llegar al puente y
en el margen derecho de la carretera de Jaén a Otíñar. Se trata de un lugar
sagrado de sencilla arquitectura, pero de cierta amplitud, que va precedida de
una espaciosa lonja.
Según
una antigua tradición, en el lugar donde se alza la ermita existió una cruz y
un humilladero que señalizaba el punto donde, durante una asomada de los moros
granadinos, fue cautivado el santo obispo de Jaén Don Pedro Pascual de
Valencia, alrededor del año 1297, cuando regresaba de realizar su visita
pastoral a los pueblos de la sierra.
También
se apunta que el nombre de La Asomada, con el que se conoce el paraje, se debe
a que desde allí era el punto donde por primera vez se divisaba la ciudad
viniendo de la Sierra de Jaén y que los caminantes hacían un alto para rezar
una oración de acción de gracias.
Lo
cierto es que en el siglo XVIII ya hay constancia de la existencia de la
ermita, que en los años del ochocientos queda bajo el cuidado y atención de la
vecina casería, conocida precisamente como Casería del Santo Cristo, propiedad
de la familia Nido-Segalerva.
A esta
ermita los hortelanos del entorno trasladan la devoción al Santo Cristo del
Perdón a este lugar, imagen muy venerada por los vecinos del barrio de la
Alcantarilla y que tenía una hornacina sobre el muro de la Puerta de Noguera.
A
principios del siglo XX, las familias hortelanas que temporalmente
residenciaban en el Puente de la Sierra, inician la costumbre de celebrar el
día de San Juan unos festejos que indicaban el comienzo de la temporada
veraniega, ya que en esta fecha era costumbre muy antigua que muchas familias
bajasen a la ribera del río para celebrar la mágica Noche de San Juan.
La
imagen titular es un Crucificado de pasta-madera, de escasa relevancia
artística. Se acompaña de una imagen de la Virgen con advocación de Virgen del
Valle.
Celebra
su fiesta en domingo inmediato al 24 de junio. Por la mañana tiene lugar la
fiesta y a la tarde una devota procesión por los alrededores de la ermita. La
fiesta va precedida de un Pregón. Se acompaña de actos festivos y lúdicos en
los que participa una nutrida colonia de veraneantes allí residenciada y donde colabora
la Asociación de Vecinos.
Desde
entonces, esta cofradía se ha convertido en un punto de referencia espiritual y
festiva, no solo para quienes disfrutan de aquellos parajes, sino también de
buena parte de la sociedad local.